VIGÉSIMA SEGUNDA DE FERIA

Luis Miguel Encabo, Fernando Cruz, Salvador Cortés
Toros: Hdros. de Cebada Gago / 4º, 5º, 6º Guardiola Fantoni

Ni Cebadas, ni Guardiolas Fantoni: simplemente no hubo toros

Texto y fotos: J.M.S.V.

Luis Durán aclamado por el público

Hoy no hubo toros. “Lo que no pue sé no pue sé y ademá e imposible”. Con esta frase que atribuyen al Gallo, pero que vaya a usted a saber quien la pronunció, está todo dicho; todo menos que a Salvador Cortés le cogió el colorado Guitarrero de Salvador Guardiola y le caló en el muslo de la pierna izquierda cuando toreaba con la muleta, destrozándole el cuadriceps femoral.
Encabo y Cruz se quedaron solos y nada pudieron hacer. La tarde fue oscura, en ese tono de indiferencia y aturdimiento que fue apagando las ganas de los toreros y de los espectadores.

En el sexto de la tarde hubo derribo y Luis Durán salió al ruedo para proteger al caballo como Don Quijote a Rocinante. A cuerpo limpio pudo con la embestida de Cipotillo y se ganó la ovación del público, que le aclamó al recorrer el callejón. Durán (mi amigo Luis) ya es un héroe en la plaza.
Pero hay más, siempre hay más. Llegué pronto para esperan a Luis Miguel Encabo y recrearme en los detalles. Con el matador entré en la capilla y por primera vez en muchos años el diminuto templo se quedó pequeño, porque a las siete menos veinte los tres toreros y sus respectivas cuadrillas lo abarrotaban. Fue una estampa inolvidable. La luz entraba por los cristales blancos del ventanal e iluminaba los trajes. Hubo un momento en que el silencio llegó a escucharse.
Salió Cortés después de rezar a la Virgen de la Paloma y se quedaron Fernando Cruz y Encabo. Intercambiaron algunas palabras, y en la conversación, que no desvelaré por respeto y admiración, se despertaron pasiones y sentimientos.

Lo dejo aquí, porque lo que pasó en el ruedo nada tiene que ver con los sueños de estos dos hombres… Mañana (hoy) torea Frascuelo: ¡Que no falte nadie!