CRÓNICA

La crónica del absurdo y lo absurdo de una crónica
Texto y fotos: Manuel Durán Blázquez

El escenario de la primera de Aniversario

Hacer una crónica o reflejar lo que más o menos ocurrió en el ruedo de Las Ventas esta tarde, primera de las que llaman de Aniversario pasa por la teoría de lo absurdo, lo contrario a la razón. Porque si no ocurrió nada, nada habría que contar. Pero, seamos buenos, porque algo si pasó, al menos el toricantano Miguel Tendero no tiene la culpa y puso de su parte algo en su primero, para no torear en Madrid las corridas de agosto. Decimos que merece la pena hablar de Tendero en su toro de alternativa, de nombre "Caratuerto" pero que bien pudo llamarse "Caramanso". Como sería que no solo huía de los capotes de toreros, sino que al pasar por terrenos del sol, huía hasta de su sombra. Lo que ocurre es que tenía casta, de la mala que dicen, pero algo tenía. Y en los terrenos cercanos a toriles y junto a tablas el nuevo matador de toros consiguió hilvanar trasteos no exentos de emoción, en arreones buscando la tela y humillando (ciertamente), pero huyendo en cuanto se le daba la salida un poco más en perpendicular a las tablas.

Sin duda, el toro lo es todo y en Madrid mucho más. ¿Qué podían hacer y qué pudieron los tres matadores en los cinco restantes? Pues cuidarlos y tan solo otra vez Tendero en el sexto, hilvanar una serie con la muleta y antes algunos lances, porque el toro repitió -el único- en el capote. Después la transmisión y el estilo de su toreo hizo que aquello se enfriara y se quedó en pavesas, lo que pudo ser un buen fuego. Y si no hubo más toros, tampoco hubo lugar a que ni El Cid ni Castella redondearan nada. El primero ha pasado por la Feria con un signo distinto de temporadas pasadas y aunque en algunos tendidos de la plaza se le perdone todo, hoy ya en su segundo aquello no aguantó más y se le pitó con ganas. Toreó un lisiado segundo, que debió ser devuelto, como lo fue el cuarto. Tampoco el sobrero de Antonio Palla, grande y con cierto son fue nada del otro mundo, pero no sé si es actitud o simplemente que el "maeztro" no está en forma.
Y el segundo, Sebastián Castella, con actitud y quietud demuestra y lo ha demostrado cada tarde en Madrid que necesita mucho más de sus enemigos para que, cuando la faena de muleta sobrepase los espectaculares inicios que suele hacer, el conjunto de la actuación tenga ritmo y no decaiga que es lo que ocurrió con las dos de hoy. Es cierto que la mayor culpa la tuvieron los del Puerto de San Lorenzo, pero no nos engañemos, el toreo de Castella es el que es y la ortodoxia va y viene. Unas veces por aquí... y las otras por allá.

El lleno, espectacular, una tarde más. Hicimos ejercicios de genuflexión en terrenos del 1 capturando esos momentos con estética que también se dan en las malas tardes. Como en el quinto aquello ya estaba claro, casi un tercio de plaza pudo salir mientras salía el segundo de Miguel Tendero. No decimos ni auguramos nada de mañana, simplemente anunciamos que es la corrida de Beneficencia, no es la segunda de Aniversario, o si. Y esperemos que los malos principios hagan buenas las continuaciones


Don Francisco Cano

El saludo de Castella


El tercer paseíllo de El Cid este año en Las Ventas


Miguel Tendero desmonterado en el paseíllo


Caratuerto o caramanso


Alternativa en Madrid


La magia de Alcalareño


Que salgan por otra puerta, los picadores


Castella por chichuelinas


Así arreaba Caratuerto


Curro Molina clavando y cuadrando en la cara


Castella y el pase del desprecio


El estoque, la muleta y El Cid


Un detalle de El Cid

Un motor de explosión

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