San Sebastián de los Reyes en día de fiesta

Texto y foto: J.M.S.V.

Sanse en fiestas
¿Cómo estás David?
Desde Estafeta diviso la plaza allá abajo. Son las cinco y cuarto y hay silencio de siesta. Las talanqueras trazan paralelas rojas hacia el ladrillo. Banderas en los balcones y resol en las azoteas. La calle Real huele a limpio, a zotal . En el 47, donde la peña de Gabriel Picazo, un portón de tachuelas marca las huellas del pueblo. En la curva de Postas, los carteles taurinos se asolan y en la calle Mayor se despeja el muro de lo que fue tienda: “Frutas, aves y caza. Verduras”.
La forja de los balcones del número 7, con reflejo de farolas, hace isla en la novedad de las construcciones. Me gustan estas calles empedradas, me recuerdan esos pueblos castellanos donde reina la paz y el sosiego.
Treinta grados a la sombra. Cintas de colores en los espejos de los coches. Divisas de ganaderías, señales inequívocas de la cultura taurina. En el bar Buenos Aires todavía se ofrecen habitaciones. Matías, el vendedor de libros, monta su tenderete y se agolpan algunos mirones. “Nadie compra”, me dice.
Corre una ligera brisa de aire caliente. El cielo es azul plomizo, añil en la lejanía. Abren las puertas de La Tercera. Comienza el trasiego. Saludos, comentarios sobre las cosas del encierro…. Y en el jaleo de la tarde de agosto (viernes, 28) un viejo pierde la mirada y suspira.
San Sebastián de los Reyes en día de fiesta.

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