De Paquiro a Juan Posada


Texto: Manuel Durán Blázquez


Juan Posada y Belmonte

Llegamos a Juan Posada a través de Espasa. Habíamos oído hablar de un torero sevillano, pero como si fuera de Huelva, con muchas reminiscencias belmontinas. Años cincuenta y lo que ahora todo el mundo dice, la famosa cornada que le apartó de esta profesión. Vuelvo a nuestra relación con él, gracias al libro “De Paquiro a Paula” del que es autor y que fue el primer premio San Patricio establecido por la Casa Osborne para la literatura taurina y el editor Ricardo López Uralde, de Espasa Calpe, fue el encargado de publicarlo con el número 5 en la colección La Tauromaquia en el año 1986. Los toros en Andalucía la baja. Una tesis de cómo el toreo no solo debe mucho a Andalucía, sino que debe mucho más a Cádiz y su provincia. Por allí estaban los famosos toros de Gerión, cuando andando el tiempo, los monjes cartujos llegaron a establecer la primera selección de aquellos salvajes animales que las marismas albergaban. De ahí, a la vacada real y a los toreros que esta provincia ha dado. Libro interesante y didáctico sobre el toreo y el origen de la Tauromaquia en los distintos capítulos que la conforman. Y algo que nos dejó un recuerdo imborrable, en la presentación de aquel libro en Madrid coincidieron, el maestro Rafael de Paula, pero también otros maestros como Luis Rosales y Rafael Alberti. Se unieron las letras y el toreo en una tarde memorable.
Juan Posada nos ha dejado en este final de temporada de 2009 en España. Matador de toros y periodista, cuidadoso con el lenguaje y quizás el más técnico de quienes han escrito de toros, precisamente por saber aplicar el lenguaje que la tauromaquia necesita, porque fue antes monaguillo que fraile. Hemos coincidido durante los últimos años en esos veranos de Somió en Gijón y este año ya no pudo ser. José Luis Caramés, nuestro amigo y mecenas común en tierras asturianas nos dijo que este año Juan no estaba por la labor de hacer las ferias del norte. Durante la Feria de Begoña y en las tertulias de hace algunos años organizadas por El Comercio hemos hablado y paseado juntos por el muro de San Lorenzo, pero sobre todo le recordamos en esa localidad del tendido 1 de Las Ventas, donde no perdía detalle de aquello que acontecía en el ruedo. Aplicar sus conocimientos y juzgar adecuadamente lo tenía por norma, porque lo hacía no solo como objeto de su profesión de periodista, sino como compañero de quienes estaban vestidos de luces. Primero en Diario 16 y ahora en La Razón Ahora mismo pocas palabras más porque el sentimiento y la sorpresa no permiten algo más completo y no es objeto de este blog. Pero si queremos recordarlo como un pilar importante de la historia de la Tauromaquia y del periodismo y literatura taurina, que además crecerá con el paso de los años.

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