Decimonovena de feria (24 de mayo)

Los de Guadaira se fueron con las orejas

Novillos de Guadaira
Arturo Saldívar: silencio aplausos
Luis Miguel Casares: silencio y silencio
Cristian Escribano: aplausos con aviso y silencio con aviso

Texto y fotos: JMSV

La cruz

Decíamos ayer…
Otra vez un toro aplaudido en el arrastre. Mal síntoma cuando se va para el desolladero con las orejas sin cortar y el público lo ovaciona en pie. Ni Saldívar, ni Casares, ni Escribano. Ninguno de los tres consiguió despertar al público del letargo en que se fue sumiendo la tarde.
En el primero quiso el mexicano Saldívar hacerlo bien, y dejó sabor con ambas manos, pero la faena fue a menos; en el cuarto la primera vara fue larga y con la muleta cuando bajó la mano ya era tarde. Mató de estocada certera que fue aplaudida. Casares no tuvo gracia esta tarde. Al segundo le pudo sacar partido y no lo consiguió, y en el quinto parecía no tener ganas. Cristian Escribano aplicó al tercero más de cuarenta pases, pero no toreó, y en el sexto ya tenía grabado el estigma de la ovación del público a Relamido en el arrastre.
Hoy Luis Miguel Campano sumaba 99 paseíllos en el coso venteño: ¡A tiro de 100! Debutó de novillero el 31 de mayo de 1982, cuando las rayas de los picadores no se pintaban de blanco sino de rojo. Esta tarde lo recordaba en el túnel con emoción y señalaba que la primera como banderillero fue con Jesús del Carmen en una nocturna del 93.

¡Gloria a Luis Miguel Campano! ¡Gloria a los toreros!