Decimosexta de feria (21 de mayo)

La Reconquista de El Cid y la "suerte" de Julio Aparicio

4 toros de Juan Pedro Domecq, 1 de Gavira y 1 de Mari Carmen Camacho
Julio Aparicio: Cogido muy grave en el primero
Morante: Tres silencios
El Cid: Ovación, Ovación y Oreja

Texto: Manuel Durán Blázquez


Cogida de Aparicio 1 (JMSV)
Cogida de Aparicio 2


Detalle cogida de Aparicio (JMSV)
En efecto hay fotografías que sin duda nunca querrías haber hecho. No es falsedad por nuestra parte decirlo. De hecho solo he repasado como era la cogida, en el espacio de tiempo perdido durante la devolución del segundo quinto, es decir del sobrero 2 de Gavira, que sustituía al devuelto quinto de Morante. Y lo hice a petición de un aficionado que me cedió parte de su localidad para poder ubicarme en el tendido 1, después de deambular de aquí para allá. Hoy era día de farolillos en la feria y los fotógrafos con ubicaciones no fijas tienen que buscarse la vida. Atendí pues la petición de este compañero de tendido de enseñarle la cogida, para ver cómo había sido. Él resultado es el que ven ustedes en la imagen de más abajo. Y el caso es que la tarde, contra la costumbre de la feria, parecía que se entonaba con los toreros que todo el mundo esperaba. Toreros artistas, añadido El Cid que también lo es y lo fue esta tarde... Y con toros artistas como su ganadero los denomina, pero que se derrumbaron y no lo fueron en toda su extensión, con la excepción del sexto. Curiosamente, quizás el más alto y desgarbado de la corrida pero que convertía en arte cada embestida y que El Cid, por fin supo volver a ser quien era. Y eso que llegó a decir, tras su última actuación en Madrid, que era lo mejor que podía estar en estos momentos. Decíamos que se animaba la tarde, porque junto a alguno de los lances de recibo de Julio Aparicio, la plaza explotaba. Y en esos primeros muletazos de su faena, también. Un resbalón, un perder pie en la cara del toro, nos llevó al tremendo susto de una cogida terrorífica. Curioso, pero también fue un toro con este hierro, cuando se llamaba Veragua, de nombre Pocapena... recuerdan... Afortunadamente Julio, Julito Aparicio, Don Julio está grave, pero lo contará. A este otro, Opíparo, jabonero de capa con el número 181 lo despachó Morante tras un escarceo entre artístico y probatorio, pero sin arriesgar lo más mínimo. Igual sucedió con el tercero, su primero, que iba a ser segundo de la tarde y con el que nada hizo. Si qué izo y fue la explosión de los tendidos en las verónicas más templadas que se puedan hacer. Morante de la Puebla las hace en cuanto puede y tiene material. Para eso si sirvió el sobrero de Mari Carmen Camacho. Para la muleta, al menos para la muleta artista del torero de La Puebla, no sirvió. Claro que ese toro no era un juanpedro artista. Y dicho esto, si salió el único artista de los de Juan Pedro. Fuese El Cid, con ganas en el quinto en los lances, hasta los medios y en los medios con la muleta también, con series espaciadas y despaciosas y largas y toreras y con entrega. Madrid lo reconoce enseguida. La faena al final, al acortar terrenos fue a menos y por ello, a pesar de una buena estocada, la plaza no fue a más con la posible petición de una segunda oreja. Pero la cortada, eso si, oreja de mucho peso. El Cid remonta, atado a la silla de esta sustitución, como su homónimo fue atado a la silla de Babieca, para reconquistar Valencia. El Cid, aquí, reconquistó Madrid. Y nosotros, testigos y notarios a través de la fotografía, solo deseamos, la mejoría rápida y sin las menores secuelas de Julio Aparicio, aquel que ya hace muchos años puso esta plaza boca abajo con una faena histórica... hoy iba camino otra vez de ello y Opíparo se lo impidió. Su suerte, con toda la tremenda dureza de la cogida es que está ahí. Don Julio, Madrid siempre le espera.


A falta de toreros en el túnel, los picadores



El paseíllo




Morante en el paseíllo




Opíparo número 181




Así fueron los lances de recibo




Y así




Y así el cierre con la media




Empaque en el inicio de la faena




Y en los pocos muletazos que dio




Que pudo dar antes de la cogida




Secuencia de la cogida desde el tendido 1




También El Cid sufrió una seria voltereta en su primero




Los lances de Morante al tercero de la tarde




El arte del saludo




El otro de los sobreros




En el cuarto El Cid resucitaba




Ricardo ensayando con nueva cámara




Recuerdo de un manso




Las verónicas de Morante de María del Carmen Camacho




Las verónicas de Morante de María del Carmen Camacho




Y la verónica y la media en el de quite




Y lo intentaba en la muleta también




La oreja de El Cid I




La oreja de El Cid II




La oreja de El Cid III




La oreja de El Cid IV




Con el cucurucho de pescao




Y la oreja como reconquista

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