Cuatro preguntas a….

Es esta una nueva sección en la que conoceremos las virtudes de toreros y aficionados. Comenzamos el recorrido con un personaje que ha entregado todo y más a la Tauromaquia. Si alguien merece el apodo de “Cossío” es José María Sotomayor, autor de buena parte de la Monumental Enciclopedia Los Toros que en la posguerra puso en marcha José María de Cossío por encargo de José Ortega y Gasset. Pasen y lean

Cuatro preguntas a….

José María Sotomayor


Con el Cid

1. ¿Quién, cómo y cuándo? Tres pregunta en una sobre su pasión por los toros: quién influyó, cómo descubrió la tauromaquia y cuándo…
Primero, mi padre. Con él fui por primera vez a los toros. Después, mi tío Matías Prats. Fue éste, además, amigo y maestro. Pero aprendí muy poco. Fui mal alumno.
Descubrí la tauromaquia asistiendo a las plazas, leyendo y escuchando a los que saben más que yo.
¿Cuándo?
De niño, fui por primera vez a los toros – me llevaron - el 18 de julio de 1944. Confirmó la alternativa ese día Carlos Arruza. La exactitud en el dato se debe a una anotación de mi padre en una agenda. Nada recuerdo de ese día.
Con Matías Prats, desde 1968. Me casé ese año con su sobrina, una gran mujer y excelente aficionada. Inmediatamente, Matías, me tendió su mano amiga, fue abriéndome puertas y me hizo torear en el ruedo literario. Colaboré con él hasta su fallecimiento. A ellos dos se lo debo todo en los toros.

2. Usted creó la Asociación Taurina Internacional de Documentalistas y Estadísticos, entidad que realizó un gran trabajo. ¿Cuál es la función actual de ATIDE?
ATIDE está en un estado de letargo prolongado. No ha muerto pero sí varios de sus fundadores. Otros viven muy lejos de España y por diversas razones ya no pueden asistir a las reuniones que era nuestra principal actividad. Alguno, incluso, abandonó su tarea de documentalista. La última actuación de ATIDE fue presidir, durante siete años, la Sección de Estadísticas de la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos (Ministerio del Interior). Cada temporada publicó los resultados oficiales de la misma.

Toresma

3. La pintura, esa pasión a la que no le dedica tiempo. Háblenos de su faceta artística
La pintura, verdadera pasión, mientras que fue al mismo tiempo un trabajo, ocupó mucho tiempo en mi vida. Tuve que compartirla con la ingeniería y, durante muchos años, también con mi trabajo en los toros. Luego tuve que supeditarla a estas otras actividades pero nunca he dejado de pintar. Ahora solo lo hago por placer y para atender a los compromisos de mis amigos. Ese es un placer mayor. Y cada día, a veces en horas en la que debía estar descansando, pinto un buen rato. Si no lo hiciera estaría traicionando a mi padre que me enseño a pintar. Echo de menos la sonrisa de aprobación de él y de mi esposa y eso me cuesta superarlo. Aún así, sueño con no tener ataduras y poder dedicarme solo a pintar. Me gustaría morir con unos pinceles en la mano.

4. Otra de sus aventuras es la bibliofilia. Su biblioteca personal es una de las más ricas, pero hay más…
La bibliofilia no es una aventura, es una locura. Mi biblioteca, cuantitativamente, puede que tenga alguna importancia. No lo sé. Es más relevante mi archivo. Sobre todo el informatizado y el audiovisual. Mi satisfacción mayor es saber que mi hijo desea continuarla. Existen muchas colecciones mejores que la mía. Y entre todas, para mí, la Biblioteca Carriquiri, la de Antonio Briones. La conozco muy bien y por eso creo no equivocarme. Tengo la inmensa suerte de poder adentrarme cada día en sus rincones e, imaginariamente, hablar con los libros. Tienen vida propia. Esa puede ser la aventura junto a la de contemplar, con satisfacción compartida, como proporciona ayuda a otros.


Josemaris y Frascuelo

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