Uno de los nuestros: ¡Damián Gil!

Damián Gil por Muriel Feiner

Juan Miguel Sánchez Vigil

Era uno de los nuestros. Permítanme que presente a Damián Gil, como uno de los habituales fotógrafos de Las Ventas. Toda necrológica es un panegírico, una loa al amigo que nos deja. Pero más allá de las adulaciones que parecen siempre obligadas y de la literatura que las adorna, lo que siempre nos viene a la cabeza son los instantes en que nos reímos o sufrimos juntos, en que charlamos o callamos, y sobre todo los momentos previos al paseíllo en ese túnel del miedo del coso madrileño. Fue allí donde le conocí y donde le vi por última vez, fue allí donde le pregunté como le trataba la vida, sabiendo que la perdía segundo a segundo.

Era uno de los nuestros, uno de tantos, uno más del grupo que nos retratamos juntos al inicio de cada temporada y que dentro de unas semanas faltará en la foto. Aprovecho esta palabra para dar valor al oficio, al arte, a esa forma de entender la tauromaquia desde el objetivo de una cámara.

¡Qué lejos quedan los tiempos en que Gaona, Belmonte y Joselito brindaron toros al gran fotógrafo Alfonso! ¡Qué lejos quedan los tiempos en que las imágenes de Cano, Cuevas, Jesús y tantos otros eran esperadas con ansia para ver aquello que nadie veía en la plaza.

Era uno de los nuestros, y por eso me atrevo a pedir que cuando suenen los clarines al inicio de la temporada algún torero se acuerde con un brindis que durante muchos años Damián Gil hizo por la tauromaquia mucho más de lo que tantos otros presumen.

Querido Damián: Eras -eres- uno de los nuestros y hoy te brindamos nosotros este espacio para que todos puedan ver tus fotografías. Y ahora, de manera simbólica, dejamos nuestras cámaras sobre el albero y guardamos un minuto de silencio.

Descansa en paz.

Damián Gil, con gorra, entre sus amigos y compañeros

Julio Robles (Damián Gil)

Paula (Damián Gil)

Quite de Pirri (Damián Gil)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Javier Vázquez (Damián Gil)