Cuarta de la Feria de Gijón (12 de agosto)

LA GOYESCA DEL 125 ANIVERSARIO Y CASTELLA POR EL BUEN CAMINO
2 Toros de San Mateo para rejones, de buen juego y 4 de José Vázquez, bien presentados y de desigual comportamiento.
Diego Ventura: oreja. En el cuarto dos orejas. Salió a hombros.
Enrique Ponce: estocada atravesada, saludos. En el quinto, estocada, oreja.
Sebastián Castella: pinchazo y estocada pasada y atravesada. Silencio. En el sexto, estocada buena y arriba, oreja y petición.
Texto y fotos: Manuel Durán

Se comentaba últimamente que Sebastián Castella estaba redondeando faenas y no solo empezarlas, como en él es habitual, pero, por lo visto hoy en El Bibio, también las termina.
Faena importante a su segundo, el último de la tarde, al que consiguió excelentes muletazos después de su consabido trasteo de pases cambiados en los medios al inicio de faena. Una gran estocada debió servir para salir por la puerta grande con dos orejas, pero el presidente se cerró en que debía ser una. Allá él, porque la bronca fue grande y el desprecio a la oreja otorgada por parte del torero  (reprobable claramente) también. En su primero, bue toro de presencia, de comportamiento horroroso, porque no sirvió para nada. Flojo, brusco en las pocas embestidas y con peligro.
Enrique Ponce que cortó una oreja de mérito en su segundo, el cuarto de la tarde, tuvo el mérito de lidiar un peligrosísimo primero, con coladas impredecibles, que este torero sabe ver con maestría. Así pues, Pone, en las dos versiones: lidiador y en su línea de dominio y toreo estético, pero poco comprometido. No obstante, dejó buen recuerdo en El Bibio, después de varios año de ausencias.  El brindis al empresario, Carlos Zúñiga, pudo ser en agradecimiento por la vuelta o quién sabe si de despedida del coso de Gijón.
Y la puerta Grande para Diego Ventura, que no falla. Sus caballos y él o viceversa, aseguran el espectáculo. Dos buenos toros de San Mateo, aunque el primero demasiado becerro para el poderío de este caballero rejoneador. Una oreja en el primero y otras dos en el cuarto redondearon la tarde. Asturiana cien por cien por cierto,  ya que el “orbayu” no dejó de caer en toda la tarde, cielo blanco, pero tres cuartos de entrada aproximadamente demuestran que estas cosas climatológicas a los gijoneses y aficionados no les importa. Sobre todo, al ser la corrida del día exacto del 125 Aniversario de la Plaza. Aquel 12 de agosto de 1888, Mazzantini y Guerrita, en mano a mano hicieron posible que los toros también existan en Asturias.









































 

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