EN LAS GESTAS, A VECES PASAN OTRAS COSAS
La gesta estaba anunciada hace
tiempo y se enseñaban toros elegidos entre ganaderías señeras y al uso y de
atractivo torista y torerista: Victorino, Pallarés y quizás Palha, pero por
otro Domingo Hernández, Victoriano del Río y Parladé; es decir la rama Domecq
en su esplendor y la de Vistahermosa-Santa Coloma por otro.
Emilio de Justo, con terno
azabache y oro y el sobresaliente Álvaro Lacalle en su tabaco y oro tradicional;
Jeremy Banti, sobresaliente a su vez de Lacalle, de verde y oro.
La plaza hasta arriba y los
accesos complicados según se acercaban las seis de la tarde.
Emoción en el paseíllo, y torería
y ganas en la lidia de ese primer santacoloma de Pallares, dubitativo en el
arranque de sus embestidas, pero que
cuando lo hacía explotaba. Y lo imprevisto,
el golpazo, tras entrar a matar quizás demasiado lejos. Pudo ser la caída o el
hocicazo del toro en ese huevo del cuello donde aparecen las primeras
vértebras… Lesión que pudo ser mucho peor y la tarde que cambió de rumbo.
Se vieron excelentes faenas de subalternos,
pares de banderillas y suertes de varas muy bien realizadas. Un toro de Victoriano del Río llegó a apuntar
la posibilidad del indulto, aunque soterradamente. Y Álvaro Lacalle que en ese
cuarto ya había despachado dos de los toros (Domingo Hernández y Victorino),
más con absoluta torería y dignidad. En ese cuarto, la vuelta al ruedo del
torero fue un gran premio. Antes había asomado el pañuelo azul, para premiar
con la vuelta póstuma el comportamiento de un gran toro.
Los de Palha y Parladé Lacalle
los lidió con el mismo son de toda su actuación: la palabra dignidad asomaba
por todos lados. Ya vimos hace unos años en Gijón cómo Álvaro Lacalle al
quedarse solo con un encierro de La Quinta, tras el paso a la enfermería de
Javier Castaño y Antonio Ferrera. En el primero que le toca despachar corta las
dos orejas y deja la Puerta de El Bibio abierta. Podía haber sucedido este domingo en Madrid,
pero bastó con la torería y maestría de este torero al que siempre le hemos
visto poyado en los patios de cuadrillas de sobresaliente. Pero cuidado, esa
opción conlleva estar preparado y dispuesto. Lo estuvo y los tendidos de Madrid
lo comprobaron.
Fotos y texto: Manuel Durán
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