CRÓNICA

¿Me gustan las corridas de rejones?

Texto y fotos: Manuel Durán Blázquez

Nunca mejor dicho, patio de caballos

No lo sé, pero tardes como ésta hacen que puedan no gustar. Y a mi además me dan alergia. Carreras de un extremo al otro del ruedo, tirones sin sentido intentando templar al toro. Caballazos dicen que se llama eso. Cuarteos con banderillas que son auténticas círculos alrededor de toros sin codicia y mansos. Y cuando se intenta ponerlas al sesgo, el círculo es aún mayor porque se tiene todo el ruedo para sesgar. Dos jóvenes rejoneadores, acompañados por el padre de uno de ellos. Los portugueses Joaos Mouras y el español Leonardo Hernández, también rejoneador de dinastía. Ciertamente bien concedida la oreja a este último por la petición mayoritaria, pero no por una actuación redonda. Lo que ocurre es que ya saben que en Madrid una buena suerte suprema, dicen, vale una oreja. Fue al último de la tarde, bastante manso y quedado, aunque no tanto como el quinto. En el segundo Joao Moura jr. dio una vuelta al ruedo "otorgada" por el presidente al no conceder una oreja que algunos pidieron. Y eso que eran de la ganadería de la Viuda de Flores Tassara, especializada en corridas para caballos.
Era una corrida fuera de abono, intercalada entre el final de San Isidro y el inicio de la Feria del Aniversario. Por supuesto, cada año es un aniversario y dentro de algunos años, nos olvidaremos de la Feria de San Isidro y la famosa será la del Aniversario... ¿de qué...? Pero será famosa, porque es la que concentra a priori mayores emociones ganaderas y de toreros. Y así lleva ya algunos años. Decía que era una corrida fuera de abono -lo que quiere decir que no se obligaba a nadie a comprar la entrada incluida en un lote- y la plaza tenía un casi lleno. Ya nos gustaría ver los tendidos así el resto del año. Sin duda los rejones tienen especial atracción en Madrid y buena muestra de ello es la sensacional entrada de esta tarde.
Moura padre pasó sin pena ni gloria, congestionado desde el paseíllo, además de que sus dos toros no sirvieron tampoco. Tan solo el bayo Merlín, con las melenas sueltas animó un poco su primera actuación, pero el mal remate con los rejones de muerte silenció y casi hizo que se pitaran sus actuaciones. Su hijo quizás tuvo el mejor toro de la tarde en su primero. Bueno, el mejor, es un decir. Tan solo por comparación con los demás. Y Leonardo Hernández entre los violines invertidos en el tercero y las carreras de velocidad en el sexto, además del rejón de muerte, se fue muy contento, supercontento, por la oreja obtenida en Madrid. Ahí si tienen mérito estos dos jóvenes rejoneadores, porque están viviendo que no por ser hijo de quienes son se les abren las puertas y se les conceden orejas fáciles.
La tarde terminaba con la vuelta al ruedo del joven Leonardo y el vuelo corto del gallo de pelea que desde el tendido 4 le lanzaron. Joao Pedro Juca uno de los subalternos que lo acompañaba, se encargó de cortarle el vuelo rápidamente. Ahora a esperar el día 2, fecha histórica para Miguel Tendero, que tomará la alternativa en Madrid, en la segunda sustitución de El Fundi. Nos parece muy buena señal y personalidad del torero de Albacete. Seguiremos informando.
Inicio del paseíllo y de las Cortesías

Más Cortesías


Moura y Merlín


El joven Moura hizo lo mejor a lomos de Castella


Moura y su caballlo Castella en banderillas


Nuestro amigo José María Sotomayor


Así fue a porta gayola Leonardo en su primero, aunque falló


Leonardo Hernández en la suerte del violín con cortas


Para refrescar la tarde, en plena faena

Subalternos para todo

Leonardo Hernández con Verdi después de quebrar


Todo un triunfo en Madrid

Joao Pedro Juca y el gallo de pelea

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