Javier Cortés, Cristian Escribano, Raúl Rivera
Novillos de Hermanos Pérez Villena
Cristian Escribano corta la primera oreja de la Feria
Texto: Manuel Durán Blázquez
Fotos: Paloma Aguilar
Natural de Cristian Escribano
Novillos de Hermanos Pérez Villena
Cristian Escribano corta la primera oreja de la Feria
Texto: Manuel Durán Blázquez
Fotos: Paloma Aguilar
Natural de Cristian Escribano
Deslucida y bronca novillada de Hermanos Pérez Villena en la que Cristian Escribano consiguió cortar la única oreja de la tarde en su primer novillo. El barrio de la Estación acoge la tercera de las ferias de este pueblo, taurino de los que más en la Comunidad de Madrid y eso sin contar con plaza de toros fija.
En tarde calurosa, pero agradable y con casi tres cuartos de público en los tendidos, los novilleros pusieron más que los novillos y lo intentaron, cada uno en su estilo. Javier Cortés estuvo intentando cuajar a sus dos novillos, con valor y decisión, pero al final, en el cuarto, segundo de su lote, y después de un revolcón desistió de conseguir completar su tarde. También en su segundo, el quinto de la tarde, Escribano fue revolcado al entrar a matar, después de una faena sin ninguna ligazón, continuidad en la que no consiguió acople alguno. Quizás Raúl Rivera fue quien más llegó a los aficionados, consiguiendo emoción hasta el final en sus dos novillos. El mal manejo de la espada hizo que al final todo se quedara en ese resultado que los toreros no quieren ni oír: el silencio.
En tarde calurosa, pero agradable y con casi tres cuartos de público en los tendidos, los novilleros pusieron más que los novillos y lo intentaron, cada uno en su estilo. Javier Cortés estuvo intentando cuajar a sus dos novillos, con valor y decisión, pero al final, en el cuarto, segundo de su lote, y después de un revolcón desistió de conseguir completar su tarde. También en su segundo, el quinto de la tarde, Escribano fue revolcado al entrar a matar, después de una faena sin ninguna ligazón, continuidad en la que no consiguió acople alguno. Quizás Raúl Rivera fue quien más llegó a los aficionados, consiguiendo emoción hasta el final en sus dos novillos. El mal manejo de la espada hizo que al final todo se quedara en ese resultado que los toreros no quieren ni oír: el silencio.
Calentando
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