Toros del conde de Mayalde
Texto y fotos: Manuel Durán Blázquez
Dos jóvenes maestros
El triunfo de El Juli en Bibio
La corrida del conde, la vimos en los corrales, era con mucho la mejor presentada de toda la feria y los antecedentes de esta ganadería en El Bibio son que siempre funciona, por lo que apetecía ver este mano a mano final, después de la caída de Morante de la Puebla por el percance de El Puerto de Santa María, entre El Juli y José María Manzanares.
Y no salimos defraudados. Quizás un poco por el juego de los toros, porque debieron devolver dos, segundo y tercero, inválidos en cuanto comenzaron las faenas de muleta. Por lo demás, la maestría de El Juli quedó patente en el primero donde toreó a la verónica de forma perfecta, con lentitud como no se había visto en toda la feria y un temple especial. Sin duda los 26 años de este torero y los 11 de alternativa le otorgan ya una veteranía y solera especial que se ve en todas sus actuaciones. Una muestra fue la decisión de matar a ese primero después de una faena redonda, en la serte de recibir. No tuvo suerte y cambió la posibilidad de un rotundo triunfo por saludar una gran ovación. En el tercero no hubo posibilidad por el toro, pero en el quinto un sanita estampa redondeó una gran faena con un quite por chicuelinas, faroles y altaneras y después un treo reposado con profundidad con ambas manos. El volapié fulminante después de un pinchazo sirvió para conseguir las dos orejas, quizás la segunda fácil, pero que compensaba lo que no obtuvo en su primero.
Y de José María Manzanares debemos decir que los genes de la torería en este caso funcionan de verdad ya que son muchos los detalles que nos recuerdan a su padre, para bien ya que reaparecen mejorados. Los cambios de mano, la longitud de recorrido de los muletazos, adaptar el toreo a media altura al renqueante cuarto y rentabilizar sus justadas embestidas es prueba de maestría. Un rotundo volapié le sirvió en bandeja la primera oreja de la tarde. La faena en el sexto nos pareció aún mejor, porque el toro transmitía más, con la misma enjundia y saber llevarle igual de largo que al anterior que había que mantener en pie. Eso es señal de que la cabeza funciona muy bien y pone la técnica al servicio de la estética que lleva dentro. Un rebote del estoque al entrar a matar hizo que la estocada hiciera guardia y el segundo intento con un gran estoconazo ya solo sirvió para saludar una ovación.
Y fin de fiesta, abandonamos El Bibio y Gijón con una estupenda temperatura, incluso orbayando en algunos momentos, para sumergirnos en el calor de la meseta y de Madrid. La feria que Carlos Zúñiga, el empresario que cumple ya ocho años en esta laza, sin duda ha conseguido poner la feria a una altura como no había tenido hace muchos años y los aficionados, cuando se hacen carteles atractivos van a la plaza. Y de esa manera son muchos los que aprenden adeáss que el toro bravo embiste y que los mansos turrian. Desde Somió, el barrio de la esquina de San Lorenzo, les contamos las cosas taurinas de la Feria de Begoña. Lo siguiente será San Sebastián de los Reyes, en Madrid: encierros y la feria de La Tercera.
Los toros de Conde de Mayalde en los corrales de El Bibio
Manuel Preciado, aficionado y entrenador del Sporting
Gran tarde de toros para los aficionados...si no hubiese sido por la falta de fuerza de una magnífica presentada corrida de toros y los fallos a espadas de los dos toreros otro gallo habría cantado. Suerte en lo que resta de camapaña para los dos matadores
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