Texto: Manuel Durán Blázquez
ANTONIO CABELLO
El número 620 de la revista Arte Fotográfico, del que ya hemos mostrado alguna de sus excelencias en este blog, es una muestra del buen hacer de Antonio Cabello en la continuidad de una revista sobre el arte de la fotografía –no es ningún metalenguaje su nombre- y que con el arte de la tauromaquia tiene anualmente una cita paralela para desarrollar las dos visiones artísticas. En esta ocasión, el editor y fotógrafo ha sabido reunir y plasmar un elenco a modo de ejemplo de once artistas que desde prismas muy diversos se acercan a la tauromaquia desde la fotografía.
Así tenemos el realismo social de Pomés con las muestras de personajes y escenas de una España con cierta nostalgia, pero que combina a la perfección el retrato y el medio del retratado o lo etnográfico y documental con lo artístico. De Aitor Lara se puede decir que mira tan bien o quizás mejor incluso del callejón hacia el tendido, que hacia el ruedo. La mueca, lo histriónico a veces, el rincón y el gesto escondido son objetos de su objetivo de una forma despiadada se podría decir. José Ramón Lozano nos ofrece el detalle de la intimidad y nos llama la atención esa naturalidad asumida que los retratados –no olvidemos que son héroes en los momentos previos a su heroicidad- mantienen en las poses. En esa línea se mueve el reportaje de Josephine Donet, con la sensación de irrumpir de otra manera en las intimidades de los toreros. La perfección y la mirada distinta de Paloma Aguilar, captando algo donde los demás no vemos nada, en línea con lo que nos muestra Juan Pelegrín, que nos enseña el detalle de la hermosura del entorno taurómaco en la plaza. De Marisa Flórez, el momento y la garra periodística, acercándose a la psicología del personaje, para contar algo más. Las sombras de Juan Miguel Sánchez Vigil quedan plasmadas por el seguimiento paralelo a la lidia, tan difícil de seguir cuando el hecho taurómaco está en el toro y el torero, no solo en el sueño que es la sombra de uno y otro. Desde la cátedra fotográfica que es la meseta de la enfermería en Las Ventas, Vigil nos asombra en ese apartado. Y en esa línea de sombras y luces, ¿qué otra cosa es la fotografía?, Antonio Cabello se recrea además en el movimiento. Combina a la perfección el detalle con lo panorámico y todo ello con la máxima calidad expresiva. Y las experiencias de campo, para el final. Carlos Núñez y Yun Hyun-Soo nos muestran el apartado campero; toros, mayorales, la fuerza de la naturaleza. En el caso de Carlos Núñez se expresa el amor por el toro en su hábitat, su entorno. Para Hyun-Soo, un descubrimiento para nosotros, la fuerza de la naturaleza en bóvidos de los que no sabíamos de su existencia. Ese detalle de la mirada es paralela a la del toro de lidia y sobrecoge, como si oyéramos el mugido de rabia o respiráramos la polvareda de la pelea.
Pero todo ello no hubiera sido nada más que una muestra colectiva más si el responsable de la edición no hubiera cuidado al máximo desde la selección de los fotógrafos, a la maquetación e impresión, para lograr con la máxima calidad lo que los autores querían expresar al realizar el trabajo. No hubiera servido de nada si no se hubiera dado a todo el conjunto cierta unidad de trato, dentro de la tremenda diversidad de lo expuesto y sobre todo, la delicia de adentrarte en los trabajos individuales con las palabras que el propio Antonio Cabello ha escrito a modo de introducción en cada reportaje.
A continuación, les mostramos una selección de estos reportajes en su maquetación original.
Así tenemos el realismo social de Pomés con las muestras de personajes y escenas de una España con cierta nostalgia, pero que combina a la perfección el retrato y el medio del retratado o lo etnográfico y documental con lo artístico. De Aitor Lara se puede decir que mira tan bien o quizás mejor incluso del callejón hacia el tendido, que hacia el ruedo. La mueca, lo histriónico a veces, el rincón y el gesto escondido son objetos de su objetivo de una forma despiadada se podría decir. José Ramón Lozano nos ofrece el detalle de la intimidad y nos llama la atención esa naturalidad asumida que los retratados –no olvidemos que son héroes en los momentos previos a su heroicidad- mantienen en las poses. En esa línea se mueve el reportaje de Josephine Donet, con la sensación de irrumpir de otra manera en las intimidades de los toreros. La perfección y la mirada distinta de Paloma Aguilar, captando algo donde los demás no vemos nada, en línea con lo que nos muestra Juan Pelegrín, que nos enseña el detalle de la hermosura del entorno taurómaco en la plaza. De Marisa Flórez, el momento y la garra periodística, acercándose a la psicología del personaje, para contar algo más. Las sombras de Juan Miguel Sánchez Vigil quedan plasmadas por el seguimiento paralelo a la lidia, tan difícil de seguir cuando el hecho taurómaco está en el toro y el torero, no solo en el sueño que es la sombra de uno y otro. Desde la cátedra fotográfica que es la meseta de la enfermería en Las Ventas, Vigil nos asombra en ese apartado. Y en esa línea de sombras y luces, ¿qué otra cosa es la fotografía?, Antonio Cabello se recrea además en el movimiento. Combina a la perfección el detalle con lo panorámico y todo ello con la máxima calidad expresiva. Y las experiencias de campo, para el final. Carlos Núñez y Yun Hyun-Soo nos muestran el apartado campero; toros, mayorales, la fuerza de la naturaleza. En el caso de Carlos Núñez se expresa el amor por el toro en su hábitat, su entorno. Para Hyun-Soo, un descubrimiento para nosotros, la fuerza de la naturaleza en bóvidos de los que no sabíamos de su existencia. Ese detalle de la mirada es paralela a la del toro de lidia y sobrecoge, como si oyéramos el mugido de rabia o respiráramos la polvareda de la pelea.
Pero todo ello no hubiera sido nada más que una muestra colectiva más si el responsable de la edición no hubiera cuidado al máximo desde la selección de los fotógrafos, a la maquetación e impresión, para lograr con la máxima calidad lo que los autores querían expresar al realizar el trabajo. No hubiera servido de nada si no se hubiera dado a todo el conjunto cierta unidad de trato, dentro de la tremenda diversidad de lo expuesto y sobre todo, la delicia de adentrarte en los trabajos individuales con las palabras que el propio Antonio Cabello ha escrito a modo de introducción en cada reportaje.
A continuación, les mostramos una selección de estos reportajes en su maquetación original.
AITOR LARA
ANTONIO CABELLO
Guau.., yo ya la tengo y es una pasada
ResponderEliminarExcelente trabajo
ResponderEliminarPero el editor jugaba con ventaja porque ha hecho una selección de lujo
¿Cuánto cuesta esta revista y donde se vende?
ResponderEliminarNo la encuentro por ningún lado
Creo que son 6 euros y se encuentra en kioskos normales. Creo. Si, no, que el editor diga dónde se encuentra. Sr. Cabello, ¿dónde se encuentra o puede encontrar?
ResponderEliminarEn la revista viene reflejado un email y un número de teléfono, para aquellos que no han logrado conseguirla en su kiosko habitual, tal vez pueden conseguirla por estos medios. artefotografico@ceart.info 913886533
ResponderEliminarSe encuentar en tiendas El Corte Ingles, Hipercor, y Kioskos centricos. Si no, pedirla en cualquier punto de venta, la sirven en 24 horas
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