El Juli, niño sabio del toreo en el siglo XXI

Texto y fotos: Manuel Durán Blázquez

La tauromaquia entre dos siglos debe mucho a una figura especial como Julián López el Juli. De niño prodigio a maestro sin ambages. Todo lo que se ha dicho en contra de su toreo y han sido críticas muy duras, lo desmiente sin una sola palabra, pero con todas las razones de la poderosa seda de su capote y el percal de su muleta, pero sobre todo con su inteligencia. Pocos toreros como Julián López para entender al toro, para resumir en pocas acciones lo que éste necesita en el ruedo, para conseguir la lidia perfecta.
Demasiado joven para ser veterano, pero pocos pueden decir que con 27 años lleva 12 de matador de toros. Es más, con 27 años se podría decir que esos mismos años son los que tiene como torero. La Escuela Marcial Lalanda de Madrid sabe de su torería cuando apenas alcanzaba ni la altura de los becerros a los que se enfrentaba y era el encargado de colocar las reses a alumnos mucho más veteranos que él.
Vemos las imágenes de algunas actuaciones suyas este año y cómo todo lo afirmado previamente se corrobora con ver la variedad de su capa, la maestría de su muleta y la efectividad y personalidad de sus estocadas. La TAUROMAQUIA con mayúsculas necesita de maestros como don Julián López, torero de Madrid




































































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