Cincuenta años de la desaparición de un genio del toreo: Rafael Gómez Ortega "El Gallo"
Texto: Manuel Durán Blázquez
Texto: Manuel Durán Blázquez
Fotos: Largacambiada
Santi Ortiz, matador de toros periodista y escritor taurino y Paco aguado, periodista y escritor taurino
Último de los coloquios de la Semana Taurina de la Peña Real y aunque no hubo la asistencia de público como el día anterior si un aforo importante. El inicio de lo festejos de Ciudad Rodrigo absorben buena cantidad de corredores de San Sebastián de los Reyes.
Santi Ortiz y Paco Aguado analizaron la figura de Rafael el Gallo, desde el prisma de situarlo en su época, analizando su personalidad, su toreo, su tauromaquia y la influencia que ha tenido y tiene en el toreo moderno. Inventor de muchos pases que ahora son habituales como el cambio por la espalda, el ayudado por alto o estatuario, el afarolado y el macheteo con la izquierda, quizás sean menos conocidos que muchas de las anécdotas que se le atribuyen, unas ciertas y otras no tanto. Los dos ponentes coincidieron en esa situación un tanto paradójica, por la personalidad de este matador de toros en activo durante treinta y dos años. Su dilatada carrera profesional sirvió para demostrar con su forma de hacer el toreo que siempre fue fiel a si mismo y tan solo adoptó algunos de los conceptos fundamentales de dos innovadores como lo fueron, Belmonte y Chicuelo. La quietud y el temple de uno y el toreo ligado del otro.
Una afirmación de Santi Ortiz que podría definir la figura y la tauromaquia de Rafael el Gallo fue la siguiente: "El Gallo posiblemente, es una conclusión a la que se llega después de leer y analizar sus faenas y sus espantadas, siempre intentó torear a un toro suyo, imaginado o idealizado de forma interior, que unas veces coincidía con el de la laza y otras no". Sin duda esta afirmación podría justificar sus grandezas con extraordinarias faenas y sus espantadas, en las que sin saber por qué se rompía el pecho contra las tablas, en una huida alocada.
Y en lo anecdótico, Paco Aguado contó algunas de las situaciones curiosas en las que se desenvolvió, en sus actuaciones. Famoso el diálogo con Belmonte en el tendido, cuando todo el mundo creía que le estaba brindando el toro, y en realidad era una conversación sobre que le parecía al trianero si al día siguiente cogía un vapor para ir a América, viaje para el que no tenía demasiadas ganas . El dialogo se resolvió con el "gracias, Juan, me has convencío y mañana me voy pa América". O aquel diálogo en la alternativa de un Gitanillo de Triana en el Puerto y que en realidad fue una negociación para que el doctorando le vendiera a buen precio un par de pollos de pelea, animales a lo que los dos toreros eran muy aficionados.
En fin, divertido, ameno, instructivo coloquio sobre esta figura y genio del toreo, clave en la tauromaquia del siglo XX y que puso el cierre a las Tertulias de la VIII Semana Taurina de la Peña Real de San Sebastián de los Reyes, cuyo presidente, Tomás Bautista y el concejal de festejos, Alberto Matiaces, cerraron con unas palabras de agradecimiento a todos los que la hicieron posible.
Último de los coloquios de la Semana Taurina de la Peña Real y aunque no hubo la asistencia de público como el día anterior si un aforo importante. El inicio de lo festejos de Ciudad Rodrigo absorben buena cantidad de corredores de San Sebastián de los Reyes.
Santi Ortiz y Paco Aguado analizaron la figura de Rafael el Gallo, desde el prisma de situarlo en su época, analizando su personalidad, su toreo, su tauromaquia y la influencia que ha tenido y tiene en el toreo moderno. Inventor de muchos pases que ahora son habituales como el cambio por la espalda, el ayudado por alto o estatuario, el afarolado y el macheteo con la izquierda, quizás sean menos conocidos que muchas de las anécdotas que se le atribuyen, unas ciertas y otras no tanto. Los dos ponentes coincidieron en esa situación un tanto paradójica, por la personalidad de este matador de toros en activo durante treinta y dos años. Su dilatada carrera profesional sirvió para demostrar con su forma de hacer el toreo que siempre fue fiel a si mismo y tan solo adoptó algunos de los conceptos fundamentales de dos innovadores como lo fueron, Belmonte y Chicuelo. La quietud y el temple de uno y el toreo ligado del otro.
Una afirmación de Santi Ortiz que podría definir la figura y la tauromaquia de Rafael el Gallo fue la siguiente: "El Gallo posiblemente, es una conclusión a la que se llega después de leer y analizar sus faenas y sus espantadas, siempre intentó torear a un toro suyo, imaginado o idealizado de forma interior, que unas veces coincidía con el de la laza y otras no". Sin duda esta afirmación podría justificar sus grandezas con extraordinarias faenas y sus espantadas, en las que sin saber por qué se rompía el pecho contra las tablas, en una huida alocada.
Y en lo anecdótico, Paco Aguado contó algunas de las situaciones curiosas en las que se desenvolvió, en sus actuaciones. Famoso el diálogo con Belmonte en el tendido, cuando todo el mundo creía que le estaba brindando el toro, y en realidad era una conversación sobre que le parecía al trianero si al día siguiente cogía un vapor para ir a América, viaje para el que no tenía demasiadas ganas . El dialogo se resolvió con el "gracias, Juan, me has convencío y mañana me voy pa América". O aquel diálogo en la alternativa de un Gitanillo de Triana en el Puerto y que en realidad fue una negociación para que el doctorando le vendiera a buen precio un par de pollos de pelea, animales a lo que los dos toreros eran muy aficionados.
En fin, divertido, ameno, instructivo coloquio sobre esta figura y genio del toreo, clave en la tauromaquia del siglo XX y que puso el cierre a las Tertulias de la VIII Semana Taurina de la Peña Real de San Sebastián de los Reyes, cuyo presidente, Tomás Bautista y el concejal de festejos, Alberto Matiaces, cerraron con unas palabras de agradecimiento a todos los que la hicieron posible.
El presidente de la Peña en el capítulo de agradecimientos
Comentarios
Publicar un comentario