Algo más de media plaza, en la que hacía muchísimo calor
Finito de Córdoba, silencio y aviso con bronca
Leandro, silencio con aviso y oreja
Salvador Cortés, oreja y dos orejas
Texto y fotos: Roberto Ferrero
Toros de El Cubo (de don Sancho). Es la única ganadería que conozcamos de propiedad municipal. Discretamente presentados, en tipo, destacando por calidad y nobleza el sexto.
Corrida intrascendente por lo acontecido en el ruedo. Lo de las orejas, maquillaje puro. La corrida estaba preparada para disfrutar y sin embargo pareció un entrenamiento de luces, con las puertas de la plaza abiertas. Los toros servían y hubieran servido, pero el toreo se les hacía demasiado despegado. Ejemplo y sin desmerecer a Salvador, en las manos de el de La Puebla, en lugar de la silla, hubiera toreado desde el sofá. Finito dio un auténtico sainete con la espada, aunque en el otro lado hubo bellos muletazos con la firma de Juan Serrano. Leandro no pasó de aseado, aunque se percibe que hay fondo de torero. Con sus dos enemigos no llegó a haber ajuste posible. Y Salvador Cortés, a ratos bien, en su haber tenemos que decir que fue quien más se ajustó con sus enemigos. En el sexto, aún pudo estar mejor por la cadencia y ritmo que pedía el toro.
Si los tres espadas no disfrutaron de esta corrida, es difícil que puedan encontrar otra “confitería” más dulce.
Finito de Córdoba
Leandro
Salvador Cortés
Finito de Córdoba, silencio y aviso con bronca
Leandro, silencio con aviso y oreja
Salvador Cortés, oreja y dos orejas
Texto y fotos: Roberto Ferrero
Toros de El Cubo (de don Sancho). Es la única ganadería que conozcamos de propiedad municipal. Discretamente presentados, en tipo, destacando por calidad y nobleza el sexto.
Corrida intrascendente por lo acontecido en el ruedo. Lo de las orejas, maquillaje puro. La corrida estaba preparada para disfrutar y sin embargo pareció un entrenamiento de luces, con las puertas de la plaza abiertas. Los toros servían y hubieran servido, pero el toreo se les hacía demasiado despegado. Ejemplo y sin desmerecer a Salvador, en las manos de el de La Puebla, en lugar de la silla, hubiera toreado desde el sofá. Finito dio un auténtico sainete con la espada, aunque en el otro lado hubo bellos muletazos con la firma de Juan Serrano. Leandro no pasó de aseado, aunque se percibe que hay fondo de torero. Con sus dos enemigos no llegó a haber ajuste posible. Y Salvador Cortés, a ratos bien, en su haber tenemos que decir que fue quien más se ajustó con sus enemigos. En el sexto, aún pudo estar mejor por la cadencia y ritmo que pedía el toro.
Si los tres espadas no disfrutaron de esta corrida, es difícil que puedan encontrar otra “confitería” más dulce.
Finito de Córdoba
Leandro
Salvador Cortés
Si la corrida de Algete fue intrascendente como dice la cronica, ¿Como es posible y como explicais que haya fotografias de tan bella factura? ¿No dicen que una imagen vale mas que mil palabras?
ResponderEliminarSin entrar a valorar la crónica si quiero hacer una correción en cuanto a lo escrito sobre la ganadería: La ganadería propiedad del Ayuntamiento del Cubo de Don Sancho (Salamanca)se lidia como "Ganadería de Rollanejo" nombre de la finca donde pasta esta vacada y es de procedencia "Aldeanueva" (los famosos rabosos)en cambio la ganadería que se lidio en Algete es "El Cubo", pasta en la finca del mismo nombre ubicada en el término municipal de Trujillo (Cáceres)la procedencia de esta vacada es Algarra y es propiedad de Poli Gómez y magnificamente gestionada por su hijo Blas a los que aprovecho para dar mi enhorabuena y desearles que sigan cosechando triunfos (ya vereis la novillada de Calasparra).
ResponderEliminarUn saludo,
Miguel.
Que verguenza ! Cobardes , torturar a un animal inocente en su traje de imbeciles....tan stupido que no encontras otro trabajo ?
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