Quinto encierro (3:02)
Toros de Miura
Toros de Miura
Los temidos Miuras y el energúmeno de la camiseta azul con el 8 a la espalda (JMSV)
Los encierros de fin de semana son batallas campales. Decenas de miles de personas viven la noche hasta las tantas y continuan la Fiesta hasta la hora del encierro. Demasiada gente para correr y muchos despistados.
Ha durado tres minutos y dos segundos, ni mucho ni poco. En la curva de mercaderes se ha roto la manada: tres delante y tres detrás. Y antes de entrar en la plaza, los tres de atrás se han quedado en dos, porque el único colorao se ha ido rezagando al perder las manos varias veces. En el tumulto, un toro rezagado siempre es peligroso, pero más los son los energúmenos.
Ya van varios días que observo como a David Rodríguez y a otros tantos corredores de verdad (incluso a Julen Madina) les hacen el avión, como decimos en mi tierra.
Uno de los energúmenos ya está fichado, viste de azul y lleva el número 8 a la espalda, y durante varios metros se ha desentendido de la carrera y ha procurado por todos los medios sujetar a David, agarrándolo para intentar derribarlo. Como esto ha sucedio en varias jornadas, no con el mismo fulano, ya es hora de que se comente para que se ponga remedio antes de que haya una desgracia. La belleza del encierro pasa a despropósito cuando estos hechos se producen. Ahí están las imágenes y todo el mundo puede verlo. Hoy, David ha visto pasar cerca los pitones de un manso y de un toro, y además ha tenido que zafarse del energúmeno, que dicho sea de paso tiene casi más mérito por el empeño cerril de éste en no soltarlo.
Menos mal que mañana es lunes y habrán vuelto a casa miles de tontos que no saben correr en los encierros. Probablemente hasta se jacten de haber impedido que un buen corredor nos deleitara con su carrera... en tal caso retiro lo de tontos para usar el término cabrón (Diccionario de la RAE), acorde a sus comportamientos.
Ha durado tres minutos y dos segundos, ni mucho ni poco. En la curva de mercaderes se ha roto la manada: tres delante y tres detrás. Y antes de entrar en la plaza, los tres de atrás se han quedado en dos, porque el único colorao se ha ido rezagando al perder las manos varias veces. En el tumulto, un toro rezagado siempre es peligroso, pero más los son los energúmenos.
Ya van varios días que observo como a David Rodríguez y a otros tantos corredores de verdad (incluso a Julen Madina) les hacen el avión, como decimos en mi tierra.
Uno de los energúmenos ya está fichado, viste de azul y lleva el número 8 a la espalda, y durante varios metros se ha desentendido de la carrera y ha procurado por todos los medios sujetar a David, agarrándolo para intentar derribarlo. Como esto ha sucedio en varias jornadas, no con el mismo fulano, ya es hora de que se comente para que se ponga remedio antes de que haya una desgracia. La belleza del encierro pasa a despropósito cuando estos hechos se producen. Ahí están las imágenes y todo el mundo puede verlo. Hoy, David ha visto pasar cerca los pitones de un manso y de un toro, y además ha tenido que zafarse del energúmeno, que dicho sea de paso tiene casi más mérito por el empeño cerril de éste en no soltarlo.
Menos mal que mañana es lunes y habrán vuelto a casa miles de tontos que no saben correr en los encierros. Probablemente hasta se jacten de haber impedido que un buen corredor nos deleitara con su carrera... en tal caso retiro lo de tontos para usar el término cabrón (Diccionario de la RAE), acorde a sus comportamientos.
Otra visión de los encierros
Hoy hay muchas más gente por ser domingo, y los toros son los famosos miura, los que más veces han participado desde 1979, casi siempre en fin de semana. Al principio la manada iba junta pero en la curva Mercaderes con Estafeta tres toros se quedaron; los cabestros seguían a la cabeza con tres toros, y el resto a un par de metros. El único colorao se ha caído y se quedó el último dando un puntazo a un mozo de los habituales. No quería entrar en los corrales pero después de tres minutos se consiguió.
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