Vuelta para Encabo, saludo para Solís y…
Toros de Conde de la Maza
Encabo: vuelta y silencio
Alejandro Amaya: silencio y silencio
Javier Solis: saludos y silencio
Texto y fotos: JMSV
Vuelta de Encabo en el segundo
El cartel
Crsitóbal Montesinos
La capilla
La oración
Toros de Conde de la Maza
Encabo: vuelta y silencio
Alejandro Amaya: silencio y silencio
Javier Solis: saludos y silencio
Texto y fotos: JMSV
Vuelta de Encabo en el segundo
Encabo se ganó a ley la vuelta al ruedo en el segundo. Hizo lo mejor de la tarde ante un toro llamado Limpio. Los puristas le exigieron más e hicieron lo mismo con Solís, que confirmaba la alternativa. Completaba la terna Alejandro Amaya, con un vestido de plomo.
En el de la confirmación, primero de la tarde, Solís empezó con cuatro cambiados y prometía, pero la falta de fuerza del astado acabó con la fanea. La estocada fue certera y saludó desde el tercio. Al sexto le sacó lo que tenía, pero ya de era de noche y la luz amarillenta de la plaza no deja ver casi nada.
Encabo muy bien con el segundo de la tarde, con verónicas aplaudidas, tercio de banderillas completo y varias tandas preciosistas con la derecha y con la izquierda. Se gustó y por fin le vimos sonreír en el centro del ruedo cuando recogía la ovación cerrada. Se le premió con vuelta. En el cuarto, tras un tercio de varas complicado en el que fue derribado José Antonio Fernández (rotura de muñeca en la caída), la faena quedó aseadita.
Amaya es el de los puntos suspensivos del titular. No fue su tarde, y no solo porque no acertó en casi nada, sino porque cuando entró a la capilla no se dignó saludar a los compañeros. Alguien le disculpó por aquello de los miedos, pero un veterano dio la réplica: ¡Miedo tenemos todos y no perdemos la educación!
En el de la confirmación, primero de la tarde, Solís empezó con cuatro cambiados y prometía, pero la falta de fuerza del astado acabó con la fanea. La estocada fue certera y saludó desde el tercio. Al sexto le sacó lo que tenía, pero ya de era de noche y la luz amarillenta de la plaza no deja ver casi nada.
Encabo muy bien con el segundo de la tarde, con verónicas aplaudidas, tercio de banderillas completo y varias tandas preciosistas con la derecha y con la izquierda. Se gustó y por fin le vimos sonreír en el centro del ruedo cuando recogía la ovación cerrada. Se le premió con vuelta. En el cuarto, tras un tercio de varas complicado en el que fue derribado José Antonio Fernández (rotura de muñeca en la caída), la faena quedó aseadita.
Amaya es el de los puntos suspensivos del titular. No fue su tarde, y no solo porque no acertó en casi nada, sino porque cuando entró a la capilla no se dignó saludar a los compañeros. Alguien le disculpó por aquello de los miedos, pero un veterano dio la réplica: ¡Miedo tenemos todos y no perdemos la educación!
El cartel
Crsitóbal Montesinos
La capilla
La oración
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