Última novillada en Las Ventas (24 de octubre)

Así fue, así pasó

Novillos de Rocío de la Cámara
Martín Núñez: aplausos y silencio tras avisos
Manuel Fernández: silencio y silencio
Adrián Torres: oreja tras aviso y silencio

Texto y fotos: JMSV

Vuelta al ruedo de Adrián Torres

Cara y cruz en esta tarde final. De Adrián Torres dirán las crónicas que ha estado bien, con ganas, que se entregó… De Martín Núñez que se ha cortado la coleta, y de Manuel Fernández que no le ha salido bien casi nada. Había novillos para torear y se ha toreado poco. Dejémoslo así. Ni es tan negro lo negro ni tan blanco lo blanco, pero a veces es bueno que el contraste aclare las cosas antes que jugar con tonos grises.
Cerramos la temporada. Hay quien piensa que deberían seguir los toros en invierno, pero yo no. Todo lo que tiene un final se espera de nuevo con ilusión. Hoy éramos un puñado, y no seremos más en marzo del 2011 cuando se inicie la temporada, sino todo lo contrario. Decir otra cosa sería mentirnos a nosotros mismos.
El último apretón de manos, el del broche, ha sido a un viejo compañero del que ya soy amigo. Esta tarde me decía César Palacios en el burladero de siempre que sus auténticos amigos son gente del toro, yo también lo creo. César y yo nos hemos sentido nostálgicos y hemos recordado cosas de aquí y de allá, hemos repasado nombres propios y después de una parrafada nos hemos quedado en silencio…
La tarde era de dulce, con algo de aire, de ese viento que alivia de calores y hace que la bandera se mueva para añadir más color a una plaza que no lo necesita. El grupo de fotógrafos que hasta hace unos meses apenas cruzaba palabras se ha retratado junto, unido, con bromas y risas, despertando la curiosidad de los novilleros y sus cuadrillas.
Este punto y seguido que cada año se repite en otoño me obliga a mirar hacia atrás, y cuando atravieso el patio de caballos, ya con la luz tenue, dejo que las yemas de los de los dedos acaricien los ladrillos carcomidos. Se lo vi hacer a un viejo aficionado, y al preguntarle qué significado tenía me dijo:
-Por si acaso no vuelvo.
No, no nos vamos. Como decíamos antes: punto y seguido.