Morante y el delirio
Toros de Nuñez del Cuvillo
Juan Mora: saludo, silencio y oreja
Morante de la Puebla: saludo y dos orejas
El Cid: pitos y dos orejas
Texto y fotos: JMSV
Morante en la Puerta Grande
Juan Mora regaló un sobrero al que cortó la oreja, detalle de pundonor, honestidad y torería que eleva aún más su categoría. Abrió plaza con clase de principio a fin y el respetable estuvo tan frío con él que solo le ovacionó. Los detalles fueron de lujo.
En el segundo Morante estuvo genial con el capote y el tercero fue tan inválido que El Cid tuvo que despacharlo. El cuarto fue protestado por falta de presencia y en el quinto llegó el delirio con Morante, que puso a la plaza en pie para pedir a gritos los máximos trofeos.
En el sexto, El Cid se enrabietó y tuvo en Lanudo al mejor toro de la tarde, premiado con la vuelta al ruedo. Le cortó las dos orejas. Con el sobrero, Juan Mora hizo todo lo que pudo y arrancó una oreja de ley.
Morante y el Cid abrieron la Puerta Grande.
El alguacilillo
Toros de Nuñez del Cuvillo
Juan Mora: saludo, silencio y oreja
Morante de la Puebla: saludo y dos orejas
El Cid: pitos y dos orejas
Texto y fotos: JMSV
Morante en la Puerta Grande
Juan Mora regaló un sobrero al que cortó la oreja, detalle de pundonor, honestidad y torería que eleva aún más su categoría. Abrió plaza con clase de principio a fin y el respetable estuvo tan frío con él que solo le ovacionó. Los detalles fueron de lujo.
En el segundo Morante estuvo genial con el capote y el tercero fue tan inválido que El Cid tuvo que despacharlo. El cuarto fue protestado por falta de presencia y en el quinto llegó el delirio con Morante, que puso a la plaza en pie para pedir a gritos los máximos trofeos.
En el sexto, El Cid se enrabietó y tuvo en Lanudo al mejor toro de la tarde, premiado con la vuelta al ruedo. Le cortó las dos orejas. Con el sobrero, Juan Mora hizo todo lo que pudo y arrancó una oreja de ley.
Morante y el Cid abrieron la Puerta Grande.
El alguacilillo
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