Vigesimosegunda de Feria (31 de mayo)

Puerta Grande para César Jiménez y los tendidos 5 y el 6 contra el 7 

Toros de Peñajara, Carmen Segovia (sobrero 5º)
Eugenio de Mora: silencio y silencio
César Jiménez: oreja y oreja (Puerta Grande)
Javier Cortés: silencio y silencio

Tetso y fotos: Manuel Durán Blázquez

El triunfo de César Jiménez














Como cortar una oreja más otra en Madrid otorga el privilegio de salir por la Puerta Grande, César Jiménez así lo hizo y salió por ella. El público pidió la oreja en su primero, un toro que pudo y debió ser de dos y el respetable volvió a pedir la oreja en el quinto, su segundo. Y el presidente, en ambos casos, la tuvo que otorgar. Y a partir de ahí todo son opiniones. Que si, que no, que si demasiado poco, que si suficiente, que si pico, que si el toro para fuera, y en eso estaba aún el tendido, discutiendo sobre el sexo de los ángeles, pero lo irrefutable era que César ya estaba a hombros, a punto de enfilar el túnel de la plaza para salir por la puerta grande a la carretera de Aragón, también llamada calle de Alcalá. Y en los tendidos, el siete contra varios tendidos de la plaza y viceversa por las orejas concedidas: ignorantes gritaban unos y reventadores otros... Bueno, en los toros cada cual puede opinar. Y eso hicieron los de uno y otro tendido.
No queremos quedarnos al margen y nuestra opinión es que entendió a la perfección al segundo de la tarde y vio las posibilidades de hacer la faena en terrenos del 5, no solo por el aire. Y ahí estuvo buena parte de su triunfo. Las series por la derecha estupendas, largas y más o menos ajustadas. Más ligeras al natural y sin demasiada cercanía, aunque el toro iba bien. Eso si, la estocada sensacional, estupenda, casi arriba entrando y saliendo a ley. Y lo mismo que ocurrió en el segundo pasó en el quinto, para nosotros en un tono algo menor, pero volvió a entregarse con la espada y eso sirvió de forma definitiva para lograr la Puerta Grande.
El primero de los espadas, Eugenio de Mora quedó inédito totalmente, ya que los dos toros con mayor peligro, y aquí si que era inútil intentarlo, le tocaron en suerte... mala suerte en este caso. Lo intentó por uno y otro pitón y estuvo a punto de ser arrollado en más de una ocasión.
Y el tercero, Javier Cortés, demasiado verde o demasiado compromiso. Su primero, un toro soso, que iba y venía, pero debió poner más el torero. Y no lo hizo. Y en su segundo, el último de la tarde, un toro colorado, inmenso y con genio, no era el mejor enemigo para redondear la tarde. Estuvo, eso si, valiente, muy valiente, pero ya con el toro enterado, las complicaciones se sucedieron. Terminó con un pinchazo y una estocada fácil y su labor fue doblemente silenciada.

Eugenio de Mora

César Jiménez

Javier Cortés

Iniciando el paseíllo

Eugenio de Mora con el complicado primero

César Jiménez en los lances al segundo

Jesús Arruga luciéndose con los palos

César Jiménez en la faena al segundo de la tarde

Rodalito haciendo el avión al natural

Y el de pecho

César Jiménez paseando su primera

Javier Cortés en el tercero
El sobrero de Carmen Segovia

Faena con la derecha al quinto

Y al natural

Para triunfar de nuevo

El complicado sexto

Derribo en terrenos del 3

No era fácil conseguir torerar al natural

No era fácil conseguir torear al natural ni con la derecha

El triunfo de César Jiménez


















































































































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