Novena de Feria (17 de mayo)

Una Puerta Grande demasiado engrasada

4 Toros de Núñez del Cuvillo y 2 de Ortigao Costa (2º y 5º). El quinto devuelto, sustituido por un sobrero de Carmen Segovia
El Juli: silencio y  oreja (con división de opiniones)
Sebastián Castella: aplausos y silencio
José María Manzanares: ovación y dos orejas (Puerta Grande)

Texto y fotos: Manuel Durán Blázquez

El triunfo de Manzanares













Segunda Puerta Grande abierta de forma consecutiva en Las Ventas. Hacía mucho tiempo que tal no veíamos. Pudiera ser aquellas consecutivas de César Rincón en 1991. A mi entender, la de hoy no pesa como la de ayer. Y vaya por delante que lo que hizo Manzanares para cortar las dos orejas del sexto de Núñez del Cuvillo fue todo correcto, de verdad, pero si uno se queda sin toro, lo de la Puerta Grande puede ser demasiado. La faena fue perfecta mientras duró el toro. La mano diestra, por ese pitón el toro se desplazaba largo y transmitiendo, fue fundamental junto a las pausas que supo impregnar a la faena. Ese espaciado entre las series hizo que el toro aguantara y además favorecía el toreo lento, pausado y templado de Manzanares. En cambio por la izquierda se frenaba y  ni las embestidas ni el trasteo fue limpio. Vino un revolcón que pudo haber sido grave en el que parecía que podía llevar cornada. Y el toro, a partir de aquí, ni un pase. Como la faena estaba rota, Manzanares puso el resto completándola con una sensacional estocada recibiendo, en los medios, aunque fuera a favor de querencia. Pero la plaza explotó. Había que dar una oreja pedida por el público y el presidente decidió otorgar la suya, porque el respetable pidió también la segunda.  Hasta aquí lo sucedido y así lo contamos. Pero como decía al principio, creo que dos orejas eran demasiado para esa faena. Otra cosa es si había que premiar a Manzanares por lo realizado en el tercero, otro cuvillo avacado y con kilos de más por todas partes en el que hizo todo por redondear faena. Se la jugó con un toro realmente difícil, al que mató también de forma perfecta.
El Juli pechó con uno de los dos toros remiendo de la corrida. Fue el primero, de Ortigao Costa, feo, soso y que no permitió lucimiento alguno. En el cuarto, El Juli redondeó con la derecha una excelente faena, que junto a la estocada sirvió para cortar una oreja. A mi parecer bastante merecidamente.
Y en cuanto a Castella, bien en sus dos toros con el capote en líneas generales, pero con la muleta apenas pudo redondear nada. En el segundo, su quietud, valentía y el peligro inicial que tenía el de Cuvillo sirvió para que se le aplaudiera. El quinto, el otro remiendo de Ortigao Costa, fue devuelto por "cierta flojedad" (primera devolución al corral en esta Feria). El sobrero de Carmen Segovia duró el inicio de faena, con el ya consabido cambio por la espalda... después el toro rajado y Castella con él. Fue silenciada su labor.

Ejercicios de El Juli

Los fotógrafos con Manzanares

Castella al iniciar el paseíllo

El primero de Ortigao Costa, de nombre Amador

Delantal de El Juli

Derechazo de El Juli

Recibo de Castella

El tercero en el caballo

El tercero, de nombre Colchonero

Lance de Manzanares

Derechazo de Manzanares

El cuarto, de nombre Compañero

El Juli con la derecha

Volapié de El Juli

La oreja y la vuelta al ruedo

El quinto devuelto, de Ortigao Costa

Inicio de faena de Castella

El sexto, Trapajoso

Derribo de Chocolate

La faena de la oreja I

La faena de la oreja II

La cogida

La faena de la oreja III

Y la estocada recibiendo

El triunfo I

El triunfo II

El triunfo III

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