Demasiados silencios
Toros de Victorino Martín
Alejandro Talavante: silencio, silencio,
saludo tras aviso, silencio, silencio, silencio
Texto: Manuel Durán Blázquez
Fotos: JMSV y MDB
Para
Los preliminares tan interesantes y atractivos que el encierro de Alejandro
Talavante había despertado y la puesta en escena, acorde con los tiempos en que
vivimos, el resultado por mor de los toros en primer lugar, de las condiciones
de la tarde con un viento tan poco colaborador en segundo término y por el propio desaliento
del torero finalmente, según iba avanzando la corrida, demasiados silencios.
Ha
sido una tarde tan desalentadora como esperada. Toros de victorinos descastados,
quizás se podría matizar que con casta escasa o muy medida y nunca como todos
suponemos que debe ser un victorino. Porque ni tobilleros o tobilleros, pero
doblando las manos y perdiéndolas, con lo que poco lucimiento tiene ese dominio
o ese alivio por parte del lidiador, según corresponda. Y ni bravos en el
caballo, aunque luego se dejaron pegar, que ni por ello protestaron. Alegría en
la suerte de varas ni por asomo, cuando es otro de los atractivos de estos
toros en Madrid. Alejandro Talavante
está en un momento de su carrera profesional que debía y podía llevar a buen
puerto lo que había propuesto: matar seis victorinos en Madrid y durante San
Isidro. Pero, ya se sabe, apliquemos los
tópicos de siempre, lo de la expectación, lo de los elementos, los toros… y en
eso se fue quedando la tarde. Anulado el toreo de capote
Claro
que hubo una excepción. El tercer toro, Matacanas, precisamente el de mayor
peso, fue el mejor, sobre todo por un pitón el izquierdo, al que el diestro
extremeño supo torear como se puede torear a un Victorino cuando tiene
recorrido y se parece a lo que todos esperamos de un victorino que transmite. No
creo que haga falta hablar de los Domadito, Baratero, o Belador. Pero, otra
vez, los elementos. Un buen espadazo y el toro no se echó. Cinco descabellos tuvieron la culpa de que al
menos, Talavante, obtuviera un trofeo de mérito y obtenido a ley.
Del
resto de la tarde, nada, ya lo decíamos al principio. Y Tanto cundió el
desaliento, que en el sexto, deslucidísimo también, quizás el que más, su
matador llevaba ya la espada de verdad desde el inicio de faena… y creo que no
es justo que Madrid lo despidiera así, tan pitado en el paseíllo al revés. Del mal resultado de la tarde, quizás el
porcentaje menor lo llevaba el torero. No creo que deba extenderme más en
explicar lo que no pudo ser.
|
Talavante y los victorinos |
|
Los picadores |
|
Dos tercios de la cuadrilla |
|
Don Francisco Cano no podía faltar (Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
El saludo |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
El primero |
|
(Manuel Durán) |
|
El bordado |
|
El primero I |
|
El primero II |
|
(Manuel Durán) |
|
Los Victorino y Miguel Bienvenida |
|
(Manuel Durán) |
|
El segundo |
|
(Manuel Durán) |
|
Insólito |
|
El segundo I |
|
El segundo II |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
El tercero I |
|
El tercero II |
|
El tercero III |
|
El tercero IV |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
El tercero V |
|
(Manuel Durán) |
|
El cuarto |
|
(Manuel Durán) |
|
Comentando sobre el cuarto |
|
Chicuelinas al cuarto |
|
El cuarto I |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
Estocada al cuarto |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
En el quinto con el capote |
|
El quinto en el caballo |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
El quinto I |
|
El quinto II |
|
El director de cine Díaz Yanes |
|
(Manuel Durán) |
|
(Manuel Durán) |
|
El sexto |
|
(Manuel Durán) |
|
La decepción |
|
Talavante y sus cuadrillas, sin premio (Manuel Durán) |
Comentarios
Publicar un comentario