LA
GOYESCA DEL 125 ANIVERSARIO Y CASTELLA POR EL BUEN CAMINO
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Toros de San Mateo para rejones, de buen juego y 4 de José Vázquez, bien
presentados y de desigual comportamiento.
Diego
Ventura: oreja. En el cuarto dos orejas. Salió a hombros.
Enrique
Ponce: estocada atravesada, saludos. En el quinto, estocada, oreja.
Sebastián
Castella: pinchazo y estocada pasada y atravesada. Silencio. En el sexto,
estocada buena y arriba, oreja y petición.
Texto
y fotos: Manuel Durán
Se
comentaba últimamente que Sebastián Castella estaba redondeando faenas y no
solo empezarlas, como en él es habitual, pero, por lo visto hoy en El Bibio,
también las termina.
Faena
importante a su segundo, el último de la tarde, al que consiguió excelentes
muletazos después de su consabido trasteo de pases cambiados en los medios al
inicio de faena. Una gran estocada debió servir para salir por la puerta grande
con dos orejas, pero el presidente se cerró en que debía ser una. Allá él,
porque la bronca fue grande y el desprecio a la oreja otorgada por parte del
torero (reprobable claramente) también. En
su primero, bue toro de presencia, de comportamiento horroroso, porque no
sirvió para nada. Flojo, brusco en las pocas embestidas y con peligro.
Enrique
Ponce que cortó una oreja de mérito en su segundo, el cuarto de la tarde, tuvo
el mérito de lidiar un peligrosísimo primero, con coladas impredecibles, que
este torero sabe ver con maestría. Así pues, Pone, en las dos versiones:
lidiador y en su línea de dominio y toreo estético, pero poco comprometido. No
obstante, dejó buen recuerdo en El Bibio, después de varios año de
ausencias. El brindis al empresario, Carlos
Zúñiga, pudo ser en agradecimiento por la vuelta o quién sabe si de despedida
del coso de Gijón.
Y
la puerta Grande para Diego Ventura, que no falla. Sus caballos y él o
viceversa, aseguran el espectáculo. Dos buenos toros de San Mateo, aunque el
primero demasiado becerro para el poderío de este caballero rejoneador. Una
oreja en el primero y otras dos en el cuarto redondearon la tarde. Asturiana
cien por cien por cierto, ya que el
“orbayu” no dejó de caer en toda la tarde, cielo blanco, pero tres cuartos de
entrada aproximadamente demuestran que estas cosas climatológicas a los gijoneses
y aficionados no les importa. Sobre todo, al ser la corrida del día exacto del
125 Aniversario de la Plaza. Aquel 12 de agosto de 1888, Mazzantini y Guerrita,
en mano a mano hicieron posible que los toros también existan en Asturias.
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