El
Director Gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid,
Carlos Abella, ha descubierto esta mañana en la plaza de toros de Las Ventas el
nuevo azulejo que recuerda al torero aragonés Nicanor Villalta. En el acto
estuvo presente la nieta del diestro, Almudena Villalta, quien felicitó a la
Comunidad por la restauración del azulejo y por
su reubicación frente a la Puerta Grande. El escritor, periodista y antiguo
monosabio de la plaza de toros de Las Ventas,
Antonio Álvarez-Barrios, intervino en primer lugar para realizar una
semblanza de la figura de Nicanor Villalta.
Este
azulejo ha sido restaurado siguiendo la línea estética de todos los existentes
en las galerías de la plaza que recuerdan a otros toreros y reubicado en el
pasillo del tendido 8 de la plaza de Las Ventas, frente a la Puerta Grande y en el lugar en el que se encuentran
varios azulejos de toreros más cercanos a su época, como fueron Marcial
Lalanda, y Domingo Ortega. La inscripción sigue recordando el centenario del
nacimiento del diestro de Cretas (Teruel) y el reconocimiento de los 56 trofeos
obtenidos entre la antigua plaza de Madrid y la
de Las Ventas.
Historia de un
torero
Nicanor
Villalta nació el 20 de noviembre de 1897 en la localidad turolense de Cretas.
Hijo del novillero y banderillero Joaquín Villalta y Odena, inició sus pasos en
la profesión en tierras mexicanas, donde su padre se había trasladado en 1907.
Tras
torear varias novilladas en México, Nicanor Villalta se trasladó a España y en
el mes de julio de 1919 se presentó en Zaragoza. El 12 de abril de 1922 se presentó
como novillero en la plaza de Madrid, ubicada donde hoy se erige el Palacio de
los Deportes, y el 6 de agosto de ese mismo año, tomó la alternativa en San
Sebastián, en una corrida de ocho toros, actuando Luis Freg como padrino y
Marcial y Pablo Lalanda como testigos.
Confirmó
la alternativa en la antigua plaza de toros de la carretera de Aragón, el 21 de
septiembre de 1922, con reses de Matías Sánchez, actuando de padrino Diego
Mazquiarán “Fortuna” y de testigo Emilio Méndez. A partir de esta fecha y
durante trece temporadas se mantuvo en los primeros puestos del escalafón y
alternó con las principales figuras.
Su
presencia en la plaza de toros de Madrid fue continua y le cupo el honor de ser
uno de los toreros que figuraban en el cartel inaugural de la plaza de toros de
Las Ventas, el 17 de junio de 1931. Además, estableció el récord de 56 trofeos logrados entre los obtenidos en la
antigua Plaza de Madrid y la de Las Ventas.
Permaneció
en activo hasta el 17 de octubre de 1943 cuando se retiró toreando mes en la
plaza de toros de Zaragoza, en plena Feria del Pilar, lidiando reses de Sánchez
Fabrés, junto a Manuel Rodríguez “Manolete” y Emiliano de la Casa “Morenito de
Talavera”. Posteriormente fue apoderado de varios toreros y asesor artístico de
la presidencia de
la plaza de toros de Las Ventas. Falleció en Madrid el 6 de enero de 1980.
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