Con motivo
de los 175 años de la fundación de Lhardy, se ha celebrado hoy, 14 de octubre
de 2014, la segunda de las conferencias previstas: Lhardy y los toros, con
Carlos Abella como ponente.
El
Restaurante Lhardy, junto a la Puerta del Sol de Madrid, en los primeros
números de la Carrera de San Jerónimo y en su Salón Isabelino, con lleno hasta
la escalera y habilitado el Salón Japonés también, para seguir en directo la
conferencia, el escritor Carlos Abella ha desgranado vivencias y recuerdos de
este establecimiento madrileño, relacionados con el mundo del toro y de la
política.
Con la
presencia del diestro Agustín Parra, Parrita, pariente de Manolete, del
novillero Gonzalo Caballero, del escritor y crítico de arte Álvaro Martínez
Novillo (que presentará la tercera y última conferencia sobre Lhardy y la
pintura el próximo 11 de noviembre) y de numerosos aficionados, el
conferenciante fue desgranando detalles que han jalonado la vida de este local
madrileño, testigo de importantes hechos de la historia de España, de la de
Madrid y de la Tauromaquia.
Con la
referencia central de famoso homenaje al diestro Manolete el 11 de diciembre de
1944, con cien invitados (y enumerados en su mayoría), las reuniones de Bombita
para fundar el Montepío de toreros y las de Joselito el Gallo en 1913 cuando se
acababa de presentar en Madrid, Abella habló de las tertulias taurinas, citó la
llamada del Atardecer con Julio Camba, Luis Calvo y los Dominguín entre algunos
de sus componentes. También de las convocatorias y no invitaciones de Antonio
Ordóñez, dos veces al año. Un desglose bastante completo de lo que Lhardy ha
significado en el mundo del toro, amén de citas muy bien intercaladas sobre la
actividad política: desde Isabel II a las conspiraciones en el salón japonés.
Un lujo
madrileño para la historia de España, y de la Tauromaquia. El apunte cultural,
que también Abella citó como un excelente protagonismo del local madrileño,
dado que con posterioridad pasó a ser una de las citas más importantes del
mundo editorial a Barcelona, vino dado por ser la sede del primer fallo del
Premio Planeta, en 1951, otorgado por esta Editorial al escritor Juan José
Mira, por la novela "En la noche no hay caminos"
Al finalizar,
un aficionado octogenario, de nombre Paco, que había estado en Linares y que
habló personalmente con Manolete intervino para poner una nota de emotividad a
la Conferencia, con las citas del torero de Córdoba fallecido en Linares en
1947.
Texto y fotos: Manuel Durán
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