Primera de la temporada, corrida de Domingo de Ramos (29 de marzo)

Iván Fandiño no salió de la cueva

Toros de Partido de Resina, Adolfo Martín, Cebada Gago, José Escolar, Victorino Martín (Adolfo Martín 5º bis) y Palha
Iván Fandiño: silencio, silencio, silencio, pitos, silencio y silencio


Iván Fandiño, en la cueva, de plomo y oro, con sus nueve banderilleros y los dos sobresalientes de la corrida: David Saleri y Jeremy Banti
No salió del fondo de cueva en que se convierte en tarde de toros el túnel de cuadrillas de la plaza de Madrid (allí tuvimos que hacer la foto de las cuadrillas, que solemos fotografíar cuando se trata de un festejo con único espada) y no salió de la cueva de los terrenos del 9 en los seis intentos de faenas y tampoco supo salir de la cueva, o casi caverna, cuando con los dos últimos toros, el quito bis de Adolfo Martín y el de Palha, quizás pudo y debió dejar constancia de ese toreo de raza del que dispone, no digo toreo de arte.  Cinco silencios y una de pitos es demasiado para un torero, en una tarde que él y su equipo habían sabido preparar a la perfección. 
Seis toros de los que gustan en Madrid, pero no solo por presencia sino por “reata”, como se dice en el argot ganadero. Es decir, de ganaderías impecables y del gusto de los aficionados toristas de Las Ventas. Luego se vio que no solo es la presencia y presentación, sino que el toro tiene que tener otras cualidades para que se pueda dar eso que llamamos toreo.
No quiero ni es justo cargar todo en el haber negativo de los toros, porque el torero de Orduña, tampoco estuvo  como hay que estar en una tarde como la de hoy. Y por ello reparto los suspensos entre unos y otro.  La plaza llena como en el mejor cartel de San Isidro (primera vez que ocurre en muchos años, con el cartel inaugural de la temporada en Madrid). E Iván Fandiño no lució nada, casi ni siquiera lidia. Banderilleros y picadores estuvieron a muy buen nivel. Ambel Posada, Curro Robles, Jarocho, Víctor Hugo, Pedro Lara, Miguel Martín en banderillas y Rafael de Pedro, Israel Agudo y Juan José Esquivel brillaron especialmente a caballo y con los toros arrancados casi desde los medios. Tanto, que el quinto de victorino, después de sendas arrancadas de sesenta metros al caballo, resultó lesionado en una pata y se devolvió por uno de Adolfo que se comportó de forma excelente también en la suerte de varas.
Un aficionado gritó: “vamos torero, que estamos aquí para ayudarte”.  Localicé al autor de la frase y la verdad es que el señor no estaba, al menos físicamente,  para echarle una mano a nadie y menos en el ruedo.  Pero si es cierto que la plaza entera estuvo muy condescendiente y apenas manifestó lo que en otra ocasión hubiera sido una bronca de época. Excelente inicio de temporada en ambiente y desastroso resultado en lo artístico.

Texto y fotos: Manuel Durán


 Iván Fandiño en el inicio del paseíllo en solitario
El primero, de Partido de Resina
En el caballo
 De lo poco que pudo hacer al primero
El segundo de Adolfo Martín
De lo mejor con el capote en toda la tarde
Galleo llevando al de Adolfo al caballo
De nada sirvió el brindis al respetable
No era el mejor Fandiño
y el de Adolfo a veces iba
De las pocas ocasiones que funcionó la izquierda
Espectacular tercero, de Cebada Gago
Natural al colorado o melocotón tercero
 Remate en los lances al de Escolar
Así fue al caballo el cuarto
El cuarto de José Escolar
Único quite reseñable en la tarde
El remate del quite
El espontánero no llegó a su objetivo
En el quinto al natural
El victorino de salida, ya se dolía de esa pata
El derribo del victorino, antes de volver al corral
El de victorino al corral
El quinto bis de Adolfo Martín
Que también galopó al caballo
En las dos ocasiones
Parte de la faena a ese quinto bis de Adolfo Martín
Intentos de redención con el sexto, con esta larga cambiada

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