Novillos de Guadajira y un sobrero de Couto de Fornilhos (5º)
Pablo Atienza: vuelta tras aviso y silencio
Jorge Isiegas: saludo tras aviso y oreja
Juanito: silencio tras aviso y saludo
Fotos: Ana Escribano
Pablo Atienza: vuelta tras aviso y silencio
Jorge Isiegas: saludo tras aviso y oreja
Juanito: silencio tras aviso y saludo
El
debutante Jorge Isiegas cortó una oreja tras lidiar un sobrero de Couto de
Fornilhos en quinto lugar. También se presentaba en Las Ventas Pablo Atienza
quien dio una vuelta al ruedo en el primero de la noche. Se lidiaron novillos
de Guadajira en la segunda del Certamen Internacional de Novilladas Nocturnas
en la que Juanito saludó una ovación con el que cerraba plaza.
Jorge
Isiegas lidió un sobrero de Couto de Fornilhos en quinto lugar. El novillo tuvo
poca fuerza pero fue noble, el debutante lo entendió y administró las series
con inteligencia, llegando al público. El estoconazo efectivo puso en sus manos
la oreja que paseó. Con el novillo de su presentación de Guadajira saludó una
ovación. El animal fue muy franco, pronto y con ritmo, y firmó tres series por
el derecho en el centro del ruedo. Fue prendido al entrar a matar sin
consecuencias. Ya había marcado diferencias con un quite por saltilleras,
cambiando el viaje del toro, al primero de Guadajira.
Era el
debut en Madrid de Pablo Atienza que causó buena impresión con el primero al
natural en el final de faena. Destacó la colocación, ofreciendo siempre el
pecho, y el buen manejo de la muleta. Cerró con manoletinas y hubo una petición
minoritaria de oreja tras la estocada. Dio una vuelta al ruedo. Con una larga
cambiada en el tercio saludó al cuarto. El novillo se arrancó al caballo a
distancia pero luego se agarró al piso y tuvo media embestida en la muleta, sin
humillar. De uno en uno y cruzándose al pitón contrario, Atienza se mostró muy
dispuesto. Pinchó con la espada.
Juanito
se fue a porta gayola a recibir al sexto para luego continuar con verónicas de
rodillas en un saludo explosivo. También estuvo variado con el capote en un
quite por saltilleras y gaoneras. Durante la faena de muleta cambió de estilos,
combinando un toreo más vertical y desmayado con otro más entregado. Finalizó
con una serie de manoletinas. Había sido silenciado con el tercero, un novillo
sardo, tras una labor sin transmisión ni ligazón.Fotos: Ana Escribano
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