La capilla vs la concentración

Foto: Juan Miguel Sánchez Vigil

El hombre que se juega la vida al enfrentarse con un bravo animal es necesariamente aquel que venciendo sus miedos consolida su valentía y por lo general la religiosidad sea uno de los factores que conforman ese tándem de las creencias donde el factor más importante es la fe.
Las Plazas de toros de obra por lo general poseen una serie de instalaciones imprescindibles cómo son los corrales para desencajonar los toros, realizar el apartado y enchiquerarlos. También es notorio el patio de caballos o de cuadrillas donde concurren los toreros y tanto los caballos de los picadores y mulillas aguardan su turno de actuación en el festejo. Otra dependencia imprescindible es la enfermería que será indispensable en caso de una cogida o accidente y no puede faltar “La Capilla” donde los toreros al llegar encuentran consuelo y palian sus miedos. Casi todas las dependencias están regladas y poseen características propias dependiendo de la categoría de la plaza.
Aunque la mayoría de los toreros visitan la capilla antes de encaminarse al patio o túnel de cuadrillas lo cierto es que casi todos llevan un altar improvisado que montan en la habitación del hotel formado mayoritariamente por estampas de Vírgenes y Santos de su devoción, algunos de ellos instalan un auténtico altar con infinidad de imágenes y una vez que el mozo de espadas finaliza la parafernalia de vestirle retirándose deja al maestro en completa soledad para que ejercite sus oraciones encomendándose a sus santos.
Hay que remontarse unos años atrás cuando las madres, esposas, hermanas de rodillas en un reclinatorio rezaban en silencio mientras el torero salía de vestirse hasta finalizar la corrida y recibir en los negros teléfonos de baquelita la llamada del apoderado u hombre de confianza informando que no había pasado nada o en su defecto que la mala suerte había hecho mella en el diestro.
La religión está muy unida a la tauromaquia y es habitual que cristos y vírgenes luzcan túnicas confeccionadas con capotes obsequiados por los toreros y que estos sean hermanos cofrades.

 
Foto: Jorge Paris
Es preceptivo que los jugadores que van a disputar un encuentro sean concentrados en un lugar que les prive de momentos desenfrenados en los que reine el caos, la embriaguez y la falta de descanso por los que los clubes por medio de sus entrenadores recluyen al equipo en un lugar de relajo y privacidad. La concentración se puede entender como la capacidad que debe tener todo futbolista para dirigir su atención hacia los estímulos más adecuados en cada momento. Esta capacidad de atención se relaciona directamente con la duración de la competición.
Podríamos denominar a un futbolista tácticamente inteligente si es capaz de resolver de forma eficiente los problemas que surjan en el terreno de juego. Para ello, es necesario que este cuente con una capacidad de anticipación e interpretación de los estímulos que todos perciben pero que él solo es capaz de interpretar de una forma inteligente para anticiparse al resto.
Inaugurado en enero de 2014 El Real Madrid cuenta con unas instalaciones privilegiadas para que sus jugadores entrenen y puedan concentrarse en la Ciudad Deportiva del Real Madrid ubicada en Valdebebas, en más de 7.800 metros cuadrados.
Es un espacio exclusivo para futbolistas, pueden encontrar en la planta baja: la zona de ocio; consta de una biblioteca tecnológica con cuatro ordenadores; un mural de recuerdos, pasando por los últimos libros publicados por futbolistas madridistas. Pueden disfrutar de una sala de cine, con 42 butacas. Están los juegos de mesa: ajedrez, parchís, dominó. Y los activos: futbolín, dardos, billar, tenis de mesa, dos simuladores de F1 y, por supuesto, una consola. Cuenta también con una piscina de 20 por 10 m. Las habitaciones de los futbolistas en la primera planta, son todas iguales, pero cada una está personalizada. Elegidas por antigüedad, disponen de privacidad absoluta en sus 42 m2, incluyen un salón, una terraza compartida de 10m2, una bañera, un plato de ducha y una cama de 1,50 x 2,20 m. También en este piso está el comedor, con 52 plazas. En la segunda planta están las habitaciones de los técnicos, con lo que se completan las 57 habitaciones disponibles.

Texto: Antonio Cabello



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