Foto: Antonio Cabello |
Un torero se
constituye en empresa independiente responsable de su cuadrilla. Por lo general
este da poderes a una persona de confianza “apoderado” que velará por sus
intereses firmando los contratos en su nombre. Al principio de la carrera le
ayudará económicamente a sufragar los escasos beneficios con los cuantiosos
gastos.
Esta empresa está
compuesta por el jefe de filas que es el diestro anunciado en los carteles, tres
banderilleros, dos picadores en caso de que sean novilleros con caballos o con
alternativa. Sin vestir de luces está el apoderado, el mozo de espadas y su
ayuda, el chofer…
El mozo de espadas
tiene una alta responsabilidad ya que además de persona de confianza se cuidará
de contratar el alojamiento para la cuadrilla, las comidas, el desplazamiento,
velará por cumplimentar todos los trámites burocráticos; ya que atendiendo al
reglamento taurino en su Artículo 59. 4. recoge que antes de efectuarse el
sorteo y apartado de las reses, la empresa vendrá obligada a liquidar los
honorarios de los actuantes y a formalizar las obligaciones con la Seguridad Social,
cumplimentando los justificantes de actuación firmados y sellados por la misma.
Recibir los pases para el acceso a la plaza, puesta a punto de los útiles y
montaje de la silla con la ropa de torear así cómo asistir al espada en su
correcta vestimenta, auxiliar durante la lidia junto con el ayuda recorriendo
el callejón para tener presto los útiles solicitados. Una vez finalizado el
festejo vuelve a poner a punto los aperos limpiándolos y ordenándolos.
Hay pocos toreros
que cobren cantidades astronómicas y la mayoría ganan mucho menos que un
empleado medio a lo que hay que añadir unos gastos muy elevados ya que hacen
frente a todo lo que origina su cuadrilla, a la que tiene que pagar, el uso de
una furgoneta para los desplazamientos y para hacer un paseíllo; el vestido de
luces cuya media oscila sobre los 3.500 €, el capote de paseo unos 3.000 €.;
camisa, medias, zapatillas y accesorios más de 2.000 €. Todo queda expuesto a
que el animal lo destroce siendo el profesional que mejor viste para ejercitar.
Los clubs de
fútbol en la actualidad son entidades deportivas que tiene como fin único la
práctica del fútbol. Dichas entidades poseen distintivos que ayudan a
identificarlos y diferenciarlos del resto de equipos: una indumentaria
característica, unos colores representativos, un escudo o himno asociados e
incluso un estadio propio que acoge a los hinchas que acuden a presenciar los
encuentros de su club. Los clubes de fútbol también son empresas o sociedades
anónimas deportivas, aunque hay algunos como el caso del Real Madrid que su
situación financiera y societaria les permite conservar el estatus, en el que
los miembros del consejo elegido en las elecciones entre los socios responden con
su patrimonio (mediante avales) de las deudas en las que pueda incurrir la
institución.
Los clubs
contratan, fichan, a sus jugadores algunos de ellos por cantidades astronómicas
para formar una plantilla compuesta por un entrenador, entrenadores adjuntos,
preparador físico, entrenador de porteros, asistentes, fisioterapeutas, médicos
y por supuesto los jugadores. A todo esto, hay que añadir un alto número de
personas que se suman a este carro desde el presidente, la junta directiva,
director deportivo, departamento de prensa, y un largo e interminable etcétera.
El club se encarga
de todo lo necesario para mantener a los jugadores durante toda la temporada, sus
médicos nutricionistas proporcionan los alimentos adecuados. El club dispone de
un autocar para los desplazamientos, o avión privado, en el caso del Real
Madrid cuenta con una ciudad deportiva donde entrenan y se concentran en unas
lujosas estancias. A los fabulosos contratos hay que añadir los ingresos por
derechos de imagen. Por consiguiente, un club de fútbol profesional de elite
deja de ser una entidad exclusivamente orientada a lo deportivo, aunque siga
siendo la esencia de su actividad. Las condiciones actuales obligan a conseguir
un enfoque empresarial sobre las actividades del club, agregando objetivos
comerciales, de marketing y comunicaciones.
Los equipamientos,
ropa, balones, etc. los proporciona el club, así como el mantenimiento y conservación
de los mismos. Algunas marcas comerciales surten el equipamiento con sus logos.
Texto: Antonio
Cabello
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