Las cogidas vs las lesiones

Foto: Antonio Cabello

Los toros de lidia son animales en estado salvaje que se caracterizan por unos instintos atávicos de defensa y temperamentales, cuentan con unos atributos físicos tales como es la cornamenta que los ganaderos tratan adecuar a los gustos de los aficionados para que sean grandes y armónicas y a eso se une un potente aparato locomotor los que los hacen muy peligrosos ante su lidiador ya que se enfrenta a los mismos con solo el engaño de unos metros de tela.
En el tándem toro torero cosiste en acompasar la embestida templándola para evitar quedar al descubierto o colocarse en terrenos inadecuados que incitara en el animal su instinto.
Las lesiones más frecuentes son las que acontecen durante los festejos taurinos cuando el animal embiste y su cornamenta establece contacto físico con la víctima se denomina «cogida». La persona que sufre una cogida a su vez con frecuencia es revolcada por el animal lo que ocasiona otros traumatismos asociados que suelen ser de menor gravedad que los causados por las astas.
El toro cuando ataca inclina la cabeza hacia el suelo y en el momento que los pitones o puntas de los cuernos contactan con la víctima levanta la cabeza con rapidez y se produce la cogida.
Las localizaciones más frecuentes del puntazo son los miembros inferiores, el abdomen, el tórax, el perineo y la región lumbar. En los miembros inferiores la localización más frecuente es el muslo. El puntazo en las extremidades se puede asociar con un Síndrome Compartimentar en tanto que cuando se localiza en la cabeza y el tronco puede asociarse a contusión visceral.
La cornada es una herida contusa profunda ya que afecta a la aponeurosis. El orificio de entrada es pequeño. 4 ó 5 cm, y su profundidad es variable.
El torero puede sufrir en su cogida una cornada, Puntazo, Varetazo o Contusiones, Desgarros, laceraciones o roturas y Fracturas.
Aunque las asistencias sanitarias están especializadas en este tipo de traumas y consiguen estabilizar las complicaciones en la plaza en ocasiones el desenlace final llega a ser trágico.

Foto: Jordi Cotrina
La práctica del fútbol conlleva ciertos riesgos, desde contusiones por choques contra el suelo o por patadas, empujones, codazos y pisotones, a lesiones producidas en movimientos forzados como esguinces o roturas de ligamentos o lesiones por estrés como tendinitis, tendinosis o pubalgias.
Durante el juego y dependiendo de los jugadores estos pueden ser unos mas hostiles que otros y proporcionar entradas violentas para quitar el balón o para frenar un avance que en muchas ocasiones pueden llegar a ocasionar graves lesiones.
También es de todos conocido la teatralidad que muchos jugadores imprimen a sus supuestas lecciones o simplemente generan un falso encontronazo para conseguir que el árbitro sancione al equipo rival ya sea proclamando una falta o mostrando una tarjeta amarilla o roja que puede perjudicar severamente al oponente.
Cada una de estas lesiones tiene unas causas y unas características específicas y es necesario desarrollarlas de forma individual cómo por ejemplo; La rotura del ligamento cruzado anterior, se produce a causa de una extensión excesiva de la rodilla, un fuerte golpe en la rodilla o un cambio de dirección brusco en el que el pie se quede fijado y la rodilla sufra una fuerte rotación forzada, La rotura de menisco de la rodilla, la lesión de meniscos se produce cuando la rodilla sufre un movimiento brusco de extensión y rotación que provoca que el menisco sea pellizcado por las superficies articulares. Los esguinces de tobillo que se producen cuando un ligamento se estira sobrepasando sus límites elásticos, estos límites vienen dados por las capacidades fisiológicas de los tejidos. Las roturas de fibras que se producen cuando éstas se ven sometidas a una fuerza que sobrepasa sus límites de resistencia biomecánica, esto ocurre normalmente durante una rápida contracción excéntrica, es decir cuando el músculo se contrae a la vez que se está estirando.
Las contusiones y golpes son muy comunes. En definitiva, las lesiones se magnifican cuando el jugador causa baja y necesita tiempo de recuperación que le impide jugar.

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