Vigésima segunda de la Feria (31 de mayo)

Emoción, peligro, decepción…

Estocada de Robleño al cuarto

Toros: José Escolar
López Chaves: bronca y pitos
Fernando Robleño: saludo tras aviso y aplauso
José María Lázaro: silencio y silencio

Texto y fotos: JMSV

Había run run en los tendidos en cuanto salió el primero de la tarde, pero de la emoción pasamos al peligro y de este a la decepción a medida que transcurría el festejo. Los tres matadores pasaron las de Caín, aunque parte del público no lo percibiera, pero a través del objetivo de la cámara todo se ve de otra manera…

Los de Escolar no dieron tregua, solo Robleño en el segundo pudo sacar algo de partido a “Palomito”. Al primero, López Chaves no lo quiso ver y se llevó la bronca del respetable. Al cuarto lo recibió por verónicas y empezó la faena de muleta con ganas, pero fue a menos enseguida. Robleño recibió al segundo también por verónicas y Lázaro intento el quite que cerró con media precipitada. Trasteó y porfió Robleño hasta ganarse la ovación tras una buena estocada. El quinto fue una alimaña que tuvo que despachar como pudo después de llevarlo a los terrenos del 4. Lázaro no tuvo posibilidades en el tercero y lo mejor fue la gran estocada después de dos pinchazos. En el sexto salió a jugársela citando de largo, pero el de Escolar le buscaba. En el rostro del torero se dibujó la contrariedad y se retiró cabizbajo cuando acabó con “Ventolero”, que así se llamaba. Mañana los de Cuadri.