Vigésima de la Feria (25 de mayo)

Un toro irreverente

5 toros de Vellosino y uno de Domingo Hernández (6º sobrero)
Julián López "El Juli": silencio y saludo
Miguel Ángel Perera: silencio y silencio
López Simón: aplausos tras aviso y silencio

Texto y fotos: Manuel Durán

Quizás lo fueron todos. Se debieron cabrear, los seis de El Vellosino, porque no les tocaba esta tarde. Eran unos de Jandilla los que tenían que salir, pero por la mañana, se cambiaron. Y ya con ello, la corrida en picado, porque hasta en el paseíllo silbaban a los toreros. Y sabemos cómo acaban las cosas cuando empiezan así. Y así salieron, mal. Ni Juli, Ni Perera, ni López Simón y eso que el de Barajas, este último, regresaba a la sede de sus triunfos de 2015. Pero ni por esas

Y para colmo, salió un toro irreverente, de 630 Kilos, que nada más salir de toriles, donde se ubica el rey emérito (que hoy también asistió acompañados de su hija, su nieta y el diestro Enrique Ponce) se puso a hacer sus necesidades. Claro, al toro al final lo devolvieron al corral. Y ahí fue donde pudo tener la oportunidad López Simón, porque el sobrero de Domingo Hernández se dejaba, pero entre los silbidos, las voces de cómo debía ponerse y que no toree como aquel o este torero, el joven se puso nervioso. Y no hubo nada.