Trigésimaprimera de la Feria (5 de junio)

Toros de Miura
Rafaelillo; saludo tras aviso y silencio
Javier Castaño: silencio tras aviso y saludo
Pérez Mota: silencio y silencio

MIURAS

Dos miuras importantes: Tabernero, prevista su lidia en cuarto lugar, pero que se lidió el primero, por devolución del titular. De 605 kilos y un pitón izquierdo impropio de Miura, es decir, pastueño, pero en miureño Con lo que eso impone. Por eso Rafaelillo no se lo creía. Llegó a trazar algún natural bueno, pero en serie con más de dos, ligados, imposible. No obstante, la ovación fue un justo premio. El otro, el sexto, de nombre Ojeador. Algunos tendidos se volvieron locos, porque fue, desde casi los medios, tres veces al caballo, con ese galope galgueño, que los miuras tienen. Y querían, con el tercio cambiado, que aún fuera una vez más al caballo. Ahí se acabó el miura, cazaba moscas y Pérez Mota no pudo más que matarlo bien. El resto de la historia, tiene de protagonista a Javier Castaño, con mérito añadido, por venir de donde viene, y defenderse de las dos alimañas que le tocó lidiar. El quinto una auténtica “joya”, al que mató muy bien, después de jugársela en varias ocasiones. Fue ovacionado merecidamente.

Texto y fotos: Manuel Durán