Primera de la Feria de Begoña. Gijón (7 de agosto)

Novillada de Cayetano Muñoz

Víctor Barrio: saludos y silencio

Mario Alcalde: aplausos y aplausos

Alberto López Simón: saludos y petición con saludos.

Casi media plaza, con el cielo cubierto y orbayando durante buena parte del festejo.

Cartel

Gijón, una de las importantes ferias del Norte, comenzó con un cartel de novilleros seleccionados por Carlos Zúñiga, padre y una buena novillada, seleccionada por Carlos Zúñiga, hijo. Para abrir boca, a la espera de la continuidad de la feria, el próximo miércoles 10 no estuvo mal. Los novillos, aunque hubo de todo, en general “funcionaron” y dejaron funcionar a los novilleros. Otro cantar es que supieran sacar lo que había que obtener del ganado. Víctor Barrio se ve sobrado para enfrentarse a novilladas de estas hechuras. Salió apostando a todo, con cuatro largas cambiadas de rodillas en los medios, pero después, aunque con una faena bien elaborada, entre cierta flojedad del novillo y la diferencia de altura entre uno y otro, aquello se quedó frío y matando mal, apenas hubo reacción, aunque al final lo obligaran a saludar.

Mario Alcalde se vio desbordado por sus dos novillos. El segundo suyo incluso pudo ocasionarle un serio percance en un revolcón en los lances de salida que no terminó de resolver.

López Simón fue el más entonado de la tarde. En su primero, la faena tuvo estética y seriedad, estropeada de muy mala manera con el descabello. Algo extraño para un novillero a quien se supone que no debe dejar nada al azar, como fue… ¿quizás no afilar bien el corte del estoque de cruceta? Y en su segundo, el novillo más extraño de la tarde, un carbonero juguetón, que embestía cuando le apetecía, con clase incluso, pero con absoluta discontinuidad. López Simón aunque tuvo que perseguirlo por el ruedo, consiguió momentos con importancia y al final la estocada no muy buena y el descabello no fue suficiente para conseguir el trofeo.