Novillada en Las Ventas (22 de abril)

La veleta y el buen toreo de Alberto Durán

Novillos de Monte La Ermita

Salvador Barberán: silencio y silencio tras aviso
Alberto Durán: aplausos tras dos avisos y saludo tras aviso
Rafael Cerro: silencio tras aviso y silencio tras aviso

Texto y fotos: JMSV

Alberto Durán al natural

El toro negro de la veleta de Las Ventas no dejó de girar en toda la tarde, llevado de un lado a otro por el viento. El primero de Barberán fue flojo. Lo recibió por verónicas en el 8, y en banderillas cumplieron los subalternos. Inició la faena entre el 9 y 10 con la derecha, y cambió luego a la izquierda para hacerlo bonito. La faena fue a menos por falta de fuerza del novillo y falló a espadas. En el segundo, Alberto Durán se lució a la verónica y lo puso en el caballo por chicuelinas al paso. Hubo pique en los quites con Cerro y los dos toreros agradaron al público. La faena de Durán fue de gusto y torería, con gran temple. La estocada cayó delantera y falló con el descabello. En el tercero, Rafael Cerro recibió al novillo por largas cambiadas y siguió por verónicas. Inició la faena de muleta en el centro del ruedo, citando de largo y toreó bien con la derecha. Con la izquierda comenzó bien, pero le desarmó. Alargó la faena y pinchó.

El cuarto fue castaño y derribó a José Manuel Agüera. Se desmonteró Víctor Nieto. El novillo no tuvo fuerza y Barberán no pudo lucirse. En el quinto Alberto Durán volvió a mostrar su calidad. Empezó por bajo y enseguida metió al novillo en la muleta. Ya en la segunda tanda había calentado al público. Tanto con la derecha como con la izquierda estuvo poderoso. Acertó con la espada en el segundo intento, pero el descabello le privó de la oreja. El sexto derribó a Rubén Elías Cerro, que luego fue aplaudido en la primera vara. Rafael Cerro empezó por bajo y lo hizo bien, aunque deprisa. El viento arreció, el frío caló los huesos y la tarde se vino abajo mientras la veleta seguía girando.