Vigésimo tercera de la Feria (1 de junio)

División de opiniones

Picando al primero

Toros: Celestino Cuadri
Rafaelillo: silencio tras aviso, pitos y silencio
Javier Castaño: aplausos (cogido)
Luis Bolívar: silencio y pitos

Texto y fotos: JMSV

Lo de hoy en Las Ventas ha desconcertado a muchos. Quizá por el bochorno de la tarde, que deja plomizo el cielo y de color oro viejo el albero. Rafaelillo tuvo que lidiar tres toros por la cogida que sufrió Castaño en el segundo de la tarde, una voltereta que le conmocionó. A pesar de ello se enfrentó a su enemigo en el centro del ruedo, aunque falló con la espada. Bolívar se enfrentó al tercero y al quinto. Al tercero le dio varias tandas por la derecha, pero sin trasmisión. Escuchó palmas de tango. Del quinto poco que decir, porque para entonces el público ya quería marcharse.

Como hemos apuntado, Rafaelillo apechugó con tres. El primero de la tarde, de 618 kilos, empujó al caballo y lo levanto como si fuera una pluma. Se llamaba “Muñeco” y fue puesto en suerte tres veces. Lo demás lo tuvo que hacer el torero. El cuarto, que sorprendentemente fue aplaudido en el arrastre, no tenía un pase. Lo macheteó Rafael y el respetable le recriminó esa actitud; es decir que pagó con el torero lo que debió pagar con el ganadero. Y en el sexto (que debía haber sido lidiado en quinto lugar, pero que corrió turno por la cogida de Castaño) pareó bien Adalid. La tarde estaba ya densa cuando Rafaelillo cogió la muleta, y todo sucedió tan rápido que pareció extraño. Lo dicho: tarde plomiza y rara que los toreros borrarán del disco duro.

Parte médico de Javier Castaño: Traumatismo craneal y cervical con conmoción cerebral. Pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado que le impide continuar la lidia.