Primera de Feria (9 de mayo)

Tarde de silencios para los matadores y de murmullo en los tendidos

Toros de José Luis Pereda
Diego Urdiales: silencio y silencio
Leandro: silencio y silencio
Morenito de Aranda: silencio y silencio

El último en varas (Manuel Durán)

Derribo de Héctor Piña en el sexto

Texto y fotos: JMSV

No hubo materia prima, y sin ganado poco se puede hacer. Porfiaron los tres matadores y en su intento por lograr lo imposible dejaron detalles reconocidos por la afición. La tarde fue de los picadores, casi todos aplaudidos, en especial Héctor Piña en el sexto,. Hubo varios derribos espectaculares. El sexto se llamaba Agotado, y efectivamente se agotó en la primera tanda de muletazos. Leandro persiguió literalmente al segundo para sacar todo lo que tenía.

También fue la tarde de los subalternos, con pares de riesgo, dejándose ver. Destacaron Miguel Martín y Luis Carlos Aranda. La veteranía es un grado que en esto de los toros da poso y clase. Aranda se fue al centro del ruedo con las manos bajas y los palos escondidos, caminó con elegancia y clavó arriba (como aquel gran Montoliú).

Un apunte para quienes vayan con tiempo a la Feria. La plaza de toros se ha convertido estos días en un museo de la fotografía con tres exposiciones magníficas: El fondo Cossío de la editorial Espasa Calpe, Los Mitos de Cano y las espléndidas imágenes de André Viard. ¡Enhorabuena al Centro de Asuntos Taurinos!