Segunda de Feria de Gijón (10 de agosto)

LOS NATURALES DE TALAVANTE

Toros de Torrealta, deslucidos en general

Julián López El Juli, silencio y 1 oreja
Miguel Ángel Perera, Ovación con saludos y 1 oreja
Alejandro Talavante, silencio y 1 oreja

Texto y fotos: Manuel Durán

El segundo festejo tuvo lo mejor en el toreo al natural de Alejandro Talavante en sus dos toros. Supo aprovechar la movilidad de sus enemigos para desarrollar su toreo. Apenas dibujó nada con el capote, pero con la muleta sacó lo mejor de una deslucida corrida de Torrealta. La espada en su primero le privó de algún trofeo y en el sexto se le dio por partida doble. Como ya habían llegado al Bibio las noticias de Huesca en cuanto a la gravedad del percance de Morante de la Puebla, que debía torear al día siguiente en el coso gijonés, las dos orejas en el sexto le dieron la llave de la sustitución del día siguiente.

Julián López El Juli debió hacer más por tirar su primero para que fuera devuelto. Un toro casi descordado de salida no debió quedarse en el ruedo. No pudo haber faena y sus posibilidades de triunfo se reducían al cincuenta por ciento nada más empezar la corrida. En el sexto los redondos invertidos no sé si llegaron a calentar al público, porque la petición con pañuelos no fue masiva. Como, además, la espada quedó desprendida el premio de la oreja fue suficiente.

Miguel Ángel Perera fue quien más pases dio durante toda la tarde, pero realmente no conectó con los tendidos. Aunque en su primero saludó una ovación y en su segundo cortó una oreja, los aficionados se quedaron con ganas de más. Especialmente los socios y socias de su Peña en Gijón, que esperaban un mayor éxito.