Vigésimasegunda de la Feria (27 de mayo)

5 toros de El Pilar y uno de Salvador Domecq (6º sobrero)
David Fandila "El Fandi": silencio y silencio
David Mora: silencio tras aviso y silencio
López Simón: aplausos tras aviso y silencio

QUÉ DIFÍCIL ES CONTAR ALGO, CUANDO NO HAY NADA QUE CONTAR

Me preguntaban esta tarde, viendo anotar en mi libreta anual si el toro había muerto en paz o no, que si me acordaba de todas las corridas que había visto. El no, fue una interjección explosiva:

–Claro que no- Dios me libre de acordarme de corridas como la de hoy y de las de otras muchas tardes.

La memoria hay que saber usarla y no llenarla de cosas “pa ná”. Y dicho esto, me acuerdo de que fueron seis toros (al final 5) colorados de El Pilar, bonitos, desiguales de tamaño e intenciones, pero que ninguno sirvió para que alguno de los tres espadas pudiera hacer algo digno y significativo para acordarse. Y uno, sobrero de Salvador Domecq, que se rajó muy pronto. Es que no recuerdo nada importante. Bueno, que David Mora sufrió un revolcón y afortunadamente no ocurrió nada. El Fandi también pudo tirarse a tiempo al suelo y el capote a la cara del toro, para no ser arrollado. López Simon, apesadumbrado por el comportamiento de la plaza con él, con el triunfador del año pasado, no entiende lo que le ocurre a este público que chilla y silba cuando se está toreando. Y dicho esto, solo repasando las fotografías uno se puede acordar de algo. Aquí nos quedamos..

Texto y fotos: Manuel Durán