Décima de la Feria de San Isidro (17 de mayo)

Toros de Juan Pedro Domecq y uno (6º) de Parladé. 1º silencio, 2º, silencio, 3º ovación; 4º silencio; 5º silencio y 6º pitos.

Finito de Córdoba: silencio y silencio

Román: silencio y silencio

Luis David Adame: oreja y saludos

Finito de Córdoba y el capote siempre se conjuntaron en Madrid. Tanto en su primero como en el cuarto, las verónicas llevaban su sello y no se olvidan. Con la muleta, sin lucimiento en ambos. Eso si, el traje corinto y oro en terciopelo de museo.

Román con todas las ganas del mundo, se deshizo por gustar en quites, en los lances de capa y sobre todo el cucurucho de pescao con que inició la faena a su primero. Frialdad en el tendido y en los toros. Por consiguiente, se borró la sonrisa de este heterodoxo torero que siempre da todo para agradar.

Y una de las faenas de la feria, aunque se premiara solo con una oreja fue la de Luis David Adame al tercero de Juan Pedro. Jabonero de capa, el torero hizo todo lo posible para conseguir la faena que finalmente labró. En el sexto, desde las zapopinas al inicio de faena con la muleta todo hizo de todo para conseguir la ansiada oreja que le abriera la puerta grande. El toro fue a menos y a pesar del tesón, interés y valor del mexicano, que toreaba por segunda vez en Las Ventas, no pudo conseguirlo.

Fotos: Manuel Durán